El pleno de las Cortes Valencianas aprobó ayer, con el apoyo de todos los grupos menos el PP, la tramitación de la proposición no de ley presentada por Podemos para modificar la ley de designación de senadores territoriales, en la que se incorpora la posibilidad de revocación de los nombramientos por el parlamento valenciano si se produce la pérdida de confianza como consecuencia de actuaciones «lesivas para los intereses generales de la Comunitat» o comporten el desprestigio de sus instituciones.

Según defendió el portavoz de Podemos, Antonio Montiel, se trata de una propuesta que no va «contra nadie, contra ningún partido», sino que su objetivo es «no permitir comportamientos indignos» y que en el Senado los valencianos estén representados por gente que «no encarna la honestidad y la dignidad de este pueblo».

Montiel subrayó que esta propuesta encaja en el ordenamiento jurídico y hay jurisprudencia al respecto, al tiempo que permite mantener la proporcionalidad de los nombramientos, dado que si se produce la revocación de un senador de un grupo éste deberá proponer un nuevo nombre para ocupar la vacante.

Por su parte, el diputado del PP Alfredo Castelló criticó duramente esta iniciativa, de la que dijo es «una ley ad hominem» -que «en Venezuela no pasa nada pero aquí sí», puntualizó- y está dirigida a la senadora popular Rita Barberá, y se preguntó «cuál va a ser el siguiente paso»: «¿Volveremos a los escraches, a las camisetas de 'se busca', a carteles en la calle con puntos de mira?», añadió mostrando una foto de la pintada aparecida cerca del domicilio de la exalcaldesa en Valencia, en la que se le acusaba de corrupta.