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La Diputación saca músculo financiero

El PP se pone como «modelo de gestión pública saneada» y reivindica la necesidad de la institución

Votación en un pleno de la Diputación de Alicante del actual mandato. ISABEL RAMÓN

Cuestionada como nunca por los partidos emergentes (Podemos y Ciudadanos) y alguno tradicional (EU) y acosada por el control político de la Generalitat, la Diputación Provincial quiere reivindicarse como «primer agente dinamizador» de la economía alicantina y asegura que los 75 millones de euros que inyectará este año en los municipios y comarcas están muy por encima de cualquier otra inversión pública o privada. Frente a «los ataques a la autonomía provincial» y las dudas sobre la conveniencia o no de las diputaciones, el «gobierno provincial» del PP aprovecha la buena salud financiera de la institución para sacar músculo, defender «la necesidad» de sus funciones y ponerla como «ejemplo modelo» de gestión pública, según su vicepresidente y responsable económico Carlos Castillo.

La Diputación aprobó por unanimidad el pasado día 20 su «proyecto estrella» inversor para este ejercicio, el Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles, que prevé el reparto en todos los municipios de la provincia de hasta 30 millones de euros procedentes de los remanentes de tesorería de la institución. Estos fondos se destinarán a actuaciones en materia de agua, medio ambiente, caminos alcantarillado o alumbrado, entre otras.

A esta suma hay que añadir otros 45 millones incluidos en el capítulo de inversiones de los presupuestos, en el que los principales programas corresponden a los planes y obras municipales (28,9 millones), fomento y desarrollo (2,5 millones, incluido el plan de empleo), bienestar de las personas (2,4 millones), medio ambiente (2,3 millones), deportes (1,9 millones), agua (1,5 millones) y carreteras (1,3 millones).

Por comparación con otras administraciones públicas, los 75 millones de la Diputación superan ampliamente los 45,9 millones presupuestados para la provincia por los presupuestos de la Generalitat en 2016, mientras que las actuaciones del Estado más relevantes ascienden a los 35 millones para los accesos al aeropuerto, que se ejecutarán en varias anualidades. En cuanto al sector privado, y por citar dos de los casos más relevantes, la inversión de Mercadona el último año en Alicante fue de 15 millones de euros y el mayor esfuerzo lo realizará Baleària, de Dénia, que destinará 175 millones a la construcción de un nuevo barco, pero en La Naval de Sestao, en Vizcaya.

«Ninguna otra entidad pública o privada tendrá un impacto inversor en la provincia comparable al de la Diputación en este ejercicio», recalcó el vicepresidente Castillo, que aprovechó para defender la función de la institución «como corporación de corporaciones» en estos tiempos convulsos de guerra institucional con la Generalitat por las competencias sobre turismo y deportes.

El «gobierno provincial» del PP recalca que sus inversiones no sólo se destinan a obra nuevo, sino que atienden otras necesidades básicas de los municipios para el mantenimiento de carreteras y caminos, infraestructuras hídricas, y medio ambiente.

En su afán por convertirse en el «primer agente de dinamización económica y social de la provincia», la Diputación se ha ofrecido en la última semana a contribuir para que la Vuelta al Mundo al Vela mantenga su salida en Alicante y ha reactivado su proyecto de Zona Franca en el Puerto de Alicante con una moción en el Ayuntamiento de esta ciudad para que se incorporen a esta iniciativa los consistorios de la capital y Elche, la Generalitat y las organizaciones empresariales. «Somos un agente promotor del desarrollo de nuestro territorio y queremos involucrar a otros agentes», indicó Castillo, que confía en que la Zona de Actividad Logística del Puerto pueda convertirse el próximo año en el «proyecto estrella» de la institución que preside César Sánchez.

La iniciativa portuaria que lidera la Diputación creará riqueza gracias a la remodelación y estructuración del tráfico mercantil del área, según un informe del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca). En total, se calcula una facturación cercana a los 1.225 millones de euros, la creación de 85.000 puestos de trabajo en un periodo de diez años, así como una reducción en torno al 45% del desempleo en los municipios de la provincia.

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