El exvicepresidente del Consell y actual presidente provincial del PP, José Císcar, autorizó en 2012 a una agencia de detectives la elaboración de un informe sobre la posible existencia de micrófonos en el Palau dels Català de Valeriola, sede de la Vicepresidencia de la Generalitat.

Lo desveló ayer en las Cortes Valencianas el actual presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, después de que la lideresa regional del PP, Isabel Bonig, acusara al Ejecutivo autonómico de descoordinación y caos.

Puig respondió que el nivel de confianza que existía entre los miembros del último Consell de Fabra quedaba de manifiesto con el encargo de búsqueda de micrófonos que Císcar encargó en el año 2012. Aquel informe costó a las arcas públicas 1.442 euros y los detectives no encontraron micrófonos, sólo algunas deficiencias en materia de seguridad, como que había estancias en el Palau desde las que se podía escuchar lo que se hablaba en el despacho de Císcar o que la impresora imprimía en red, por lo que desde cualquier otro ordenador se podía acceder a documentos impresos en otro punto.

El actual presidente de los populares en la provincia de Alicante defendió después en los pasillos que el encargo se hizo nada más acceder al cargo y por recomendación de los servicios de seguridad del Palau dels Valeriola, donde se encuentran departamentos tan sensibles como la Abogacía de la Generalitat. Císcar sustituyó en el verano de 2012 a Paula Sánchez de León como número dos del Gobierno autonómico.

El actual diputado del PP recordó que ese informe es muy anterior a la búsqueda del topo del Palau, un caso que saltó a la actualidad tras las filtraciones de documentación sensible en el área de Presidencia y que llevó a la apertura de un expediente informativo que afectó a una quincena de funcionarios y que tuvo su punto álgido con el interrogatorio del jefe de seguridad a un asesor de Císcar, que acabó en denuncia.

El exvicepresidente aseguró que cuando él llegó al Palau le aseguraron que llevaba tiempo sin realizarse un informe sobre seguridad y que por eso lo aceptó y el comisario jefe de la Policía Autonómica lo supervisó. Císcar también explicó que aquellas indagaciones ya se hacían previamente a su llegada, aunque dijo no recordar si el encargo lo asumió una agencia de detectives. «Esto es muy anterior a la búsqueda del topo y yo no me ocupaba de estas cosas», aseguró.

«Lo hice asesorado por motivos de seguridad y de forma rutinaria, el informe apunta deficiencias y había que corregirlas», añadió. Císcar aseguró que no entendía la controversia cuando, además, la inspección no se realizó sólo en su despacho sino también en otras dependencias y que no fue llevado al Pleno del Consell porque no tenía que aprobarse allí.

El exvicepresidente atribuyó al «nerviosismo» del presidente Puig que desvelara esta cuestión en las Corts «cuando sigue sin contestar a la televisión y las ayudas que ha recibido su hermano», indicó Císcar.