La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, usó ayer dos de las claves políticas que todos los responsables del PP que intervinieron en el acto del partido en Alicante utilizaron para arrancar la precampaña electoral: el ataque contra los gobiernos «a la valenciana», a los que tildó de «desastre», y el uso de la palabra «cambalache» para referirse a los intentos del PSOE y Ciudadanos de formar gobierno. En su intervención dijo que en la próxima campaña se hablará del llamado «pacto a la valenciana» con connotaciones positivas, lo que suscita «miedo e indignación ante la posibilidad de que este modelo pueda exportarse al resto de España». Señaló que el pacto del Botánico entre PSPV-PSOE, Compromís y Podemos, «es profundamente sectario y su único proyecto es enfrentar a los valencianos» reabriendo heridas que estaban cerradas . Para Bonig, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, está «maniatado» por Compromís y sometido al «vasallaje» de Mónica Oltra. «El pacto a la valenciana se resume en un caos institucional, eufemismos y declaraciones de voluntad sin contenido y en radicalismo, muchísimo odio y afán de venganza». Como colofón a su intervención dijo a Rajoy que será el nuevo presidente de los españoles «de pie, nunca de rodillas». s. ll.