Nerea Belmonte vuelve a la acción. La concejala no adscrita de Alicante y militante de Podemos aprovechó ayer un acto de su partido para reclamar una asamblea extraordinaria en la que pueda explicar con todo lujo de detalles por qué adjudicó varios contratos a dos amigos cuando era edil de Acción Social. Lejos de dar por enterrada la polémica, Belmonte la reavivó. Lo hizo casi al final de la asamblea que convocó Podemos para aprobar el reglamento de su gestora en la capital.

Y fue más allá. No sólo pidió ese encuentro con los inscritos, sino que además arremetió con dureza contra la dirección provisional de su formación, conformada después de la dimisión en bloque del Consejo Ciudadano por el «pucherazo» en las primarias. «He pedido explicaciones de las decisiones que se han estado tomando. No se han seguido los procedimientos internos que establecen nuestras normas (la gestora) y se han adoptado decisiones como solicitar mi dimisión, acercarse a Guanyar-EU y decir que es el partido que les representa cuando acaban de tirar a la única representante de Podemos en el Ayuntamiento», sentenció. Belmonte también acusó a la gestora de ignorar a los afiliados y a los círculos, y lamentó que haya solicitado a la Comisión de Garantías la apertura de un expediente sin concretar qué irregularidades ha cometido: «Se han extralimitado en sus funciones».

En el encuentro de ayer debía aprobarse el reglamento de la gestora, pero finalmente éste no pudo salir adelante por un error de forma. La dirección provisional del partido ha optado ahora por remitir el documento a los distintos círculos de la capital y éstos deberán avalarlo.