La exsubsecretaria de Presidencia de la Generalitat Isabel Villalonga explicó ayer ante el tribunal del caso Nóos que rechazó el pago de 123 facturas presentadas por el instituto de Iñaki Urdangarin por un importe de hasta 1.983.479 euros al entender que no estaban debidamente justificadas. Durante su declaración como testigo, Villalonga, que llegó a estar imputada en la causa varios meses, recordó que entre las facturas que se rechazaron una correspondía a la subcontratación a la empresa Lobby Comunicación por 241.971 euros por servicios que no se habrían prestado. De hecho, el juez que instruyó las pesquisas, José Castro, apuntó en su día al respecto a las «serias dudas» de la existencia de los trabajos «en tanto los documentos que dicen contenerlos han desaparecido de los archivos de la Generalitat».

Como explicó Villalonga, se trata de 45 facturas de las empresas Virtual Strategies (359.136 ?); 13 facturas de Concept BPMO (143.840 ?); 18 de Lobby Comunicación (581.717 ?); 24 facturas de Shiriaimasu (398.576 ?); diez de Torres Tejeiro SL (121.626 ?); tres del Instituto Nóos (236.640 ?); cuatro de Isidre Rigau (32.320 ?); cuatro de Valentín Giró (9.624?); una de Marcel Planellas por 30.000 y una de Aizoon por 70.000 euros.

Según Villalonga, fue el contable del Instituto Nóos, Miguel Tejeiro, quien remitió las facturas a la Generalitat y, tras analizarlas, decidió rechazarlas porque no tenían ningún tipo de soporte. La testigo recordó que no era algo «muy normal». La única partida que, según recordó, fue justificada por el Instituto fueron los 382.000 euros que acabó cobrando de forma presuntamente irregular la entidad de la Generalitat por unos Juegos Europeos que, finalmente, nunca tuvieron lugar.

El importe total que contemplaba el convenio era de 6 millones de euros. Se suscribió el 23 de diciembre de 2005 por Víctor Campos en representación de la Generalitat -de la que salieron los fondos-, Diego Torres y por el exconseller Esteban González Pons en nombre de la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la C. Valenciana. Villalonga recuerda que Campos le preguntó si había habido algún inconveniente con la facturación de Nóos y «le expliqué lo que había. No me dijo más».

También declararon ayer ante el tribunal el exvicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, y la consellera de Cultura y Deportes, Trinidad Miró. Rambla admitió que Iñaki Urdangarin y el exsocio de éste Diego Torres comieron con él en dos ocasiones, en noviembre de 2007 y marzo de 2008, a pesar de que el exduque de Palma había abandonado la dirección del Instituto Nóos en marzo de 2006 por recomendación de la Casa Real.

Al ser preguntado por el Fiscal Anticorrupción Pedro Horrach sobre si Urdangarin acudía como miembro de la Familia Real, Rambla explicó que percibió al exduque como «un consultor especializado en el ámbito deportivo».

Rambla recordó que la comida de 2007 fue convocada por ambos exsocios, tras «una relación fluida» con la Comunitat Valenciana por lo que, ha supuesto, que hablaron de los Juegos Europeos (JJEE), evento por el que Nóos percibió en 2006 un total de 382.000 euros públicos a pesar de que no llegaron a celebrarse.

Aunque Rambla incidió que este proyecto «ya estaba finiquitado cuando yo llegué» puesto que él fue nombrado vicepresidente en junio de 2007. El exnúmero dos de Camps recordó que se comentó la posibilidad de celebrar unos Juegos de la Juventud que no estaban vinculados con los JJEE. «Los Juegos de la Juventud se celebraron años después y los JJEE no sé si se han celebrado».

Respecto al encuentro de 2008, Rambla explicó que estuvieron presentes la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, el concejal de Deportes Cristóbal Grau y el empresario Miguel Zorío. Una explicación que contradice la versión de la senadora ante el tribunal, ya que según Rambla la cita fue convocada por el ayuntamiento, que «me llamó para decirme que iban a mantener una reunión».

La exconsellera de Cultura Trinidad Miró, reconoció haber estado presente en ambas comidas. «Me convocó don Vicente Rambla, fui y no pregunté más. No me explicó el objeto de la reunión», justificó. «No recuerdo nada más que cosas anecdóticas, no recuerdo absolutamente nada», abundó Miró, aunque aseveró de forma tajante que «para nada» se habló de los Juegos Europeos. Sobre la comida de 2008, coincidió en que fue Barberá quien le convocó. «No me dijeron para qué», lo que llevó al Fiscal Anticorrupción Pedro Horrach a inquirirle: «¿No irá a una comida sin saberlo?». «Sí, porque si me convocan, yo voy. Si me lo hubieran comentado me habrían dicho que preparara un informe sobre lo que íbamos a tratar», sentenció.

Un último testigo, el secretario general administrativo de la Generalitat desde julio de 2007, Alfonso Rivera, explicó al tribunal que tras sucesivas mudanzas ha desaparecido el plan de comunicación de los Juegos Europeos, que él vio por última vez en 2010.