La tensión entre la Diputación y la Generalitat por el supuesto vacío institucional del jefe del Consell Ximo Puig al presidente del «gobierno provincial» César Sánchez incomoda al Ejecutivo autonómico, que acusa a los dirigentes populares de hacer un uso «partidista y electoralista» de la institución. Frente a la tesis del ninguneo que esgrime el titular de la Diputación, Presidencia de la Generalitat niega la mayor, rechaza la «estrategia de la confrontación que persigue el PP» y cuestiona que César Sánchez pueda «arrogarse» en exclusiva la representación de la provincia de Alicante.

El creciente distanciamiento entre los dos presidentes se escenificó con especial claridad el pasado miércoles cuando Sánchez y Puig ni tan siquiera coincidieron en el acto empresarial organizado en Alicante por Telefónica España al que ambos acudieron. Y en el Palau sentó especialmente mal que ese mismo día se publicara el enfado y la carta del presidente de la Diputación remitida en septiembre a la Generalitat para pedir una cita que aún sigue pendiente.

«Estamos dispuestos a hablar con todas las administraciones», explicó el portavoz de Presidencia Arcadi España, «y así se demuestra con las fluidas relaciones que mantenemos con la inmensa mayoría de las instituciones públicas, incluida la Diputación de Castellón, también gobernada por el PP». «Lo que no es razonable», añadió, «es que César Sánchez se arrogue la representación de toda la provincia de Alicante cuando tan sólo es un agente más». La Generalitat sostiene que tanto los diputados autonómicos como los alcaldes y las asociaciones sociales son otros interlocutores igual de legítimos que la institución provincial para defender los intereses de Alicante.

El Consell rechaza la pretensión del «gobierno provincial» de celebrar una «cumbre bilateral» por entender que sus respectivas instituciones son de «distinto rango» y no procede situarlas en pie de igualdad. Al mismo tiempo, España recuerda que los parlamentarios en las Cortes son elegidos directamente por los ciudadanos, mientras que los diputados provinciales lo son por delegación.

«Fines electoralistas»

«No es de recibo que se quieran reabrir antiguos enfrentamientos ya superados entre Alicante y Valencia», indicó el jefe de gabinete de Puig, que criticó «el uso partidista y con fines electoralistas que hace César Sánchez de la Diputación con una evidente irresponsabilidad institucional». Presidencia de la Generalitat precisa que la postura de la institución provincial de Castellón es «muy diferente, pese a que existan claras diferencias políticas» y recuerda que «los desaires» del «gobierno provincial» de Alicante ya se pusieron de relieve el 6 de diciembre, Día de la Constitución, cuando los populares montaron un acto paralelo con el ministro de Exteriores García-Margallo para contraprogramar el oficial organizado por el Consell en el Castillo de Santa Bárbara.

El Ejecutivo autonómico quiere hacer una llamada al equipo de César Sánchez para recuperar la normalidad institucional, «huir de los titulares fáciles en la prensa» y pensar en los intereses generales de la provincia «por encima de la política antigua de los enfrentamientos estériles y de los intereses partidistas».