El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado hoy que no va a permitir que "nadie se burle de esta Comunidad, y menos algunos valencianos", y ha resaltado que "la paranoia persecutoria debe tratarse en el ámbito clínico, no en el político".

Puig se ha pronunciado así en el pleno de Les Corts, donde el portavoz de Ciudadanos, Alexis Marí, le ha preguntado sobre la protección y defensa de la cultura, las tradiciones y los símbolos de la Comunitat y ha criticado la "inacción" del Consell ante la "apropiación" por las autoridades catalanas de fiestas valencianas.

El president ha explicado que "la paranoia se produce cuando alguien piensa que hay un fantasma exterior que quiere invadir la Comunitat y cosas de ese estilo, que son chorradas monumentales" y en las que "nadie está dispuesto a seguir el juego".

Para Puig, lo que necesita la Comunitat es "tranquilidad y sosiego y no intentar enfrentar a valencianos", y ha añadido: "La receta es cultura".

Marí ha lamentado la "ambigüedad" de Puig ante su socio de gobierno, Compromís, que "trabaja en las instituciones para abrir camino al nacionalismo", y ha acusado al president de permanecer "impasible" e "impertérrito" cuando se incluye a la Comunitat en los Països Catalans.

El portavoz de Ciudadanos ha lamentado que la página web oficial del Departamento de Cultura de la Generalitat catalana haya incluido entre las fiestas populares de Cataluña las Fallas de Valencia y las Hogueras de Alicante, y también incluya como propios la Ciudad de las Artes y el Jardín Botánico de Valencia.

Marí ha asegurado que el nacionalismo moderado "no existe", sino que el nacionalismo acaba pidiendo la independencia, y le ha dejado a Puig un bolígrafo rojo y un mapa de España para que le indique donde están los Països Catalans, pues él ha preguntado y nadie sabe dónde están.

El president ha indicado que "no consta políticamente" dónde están; ha destacado que la Comunitat no tiene en estos momentos "ninguna amenaza", y ha reivindicado que Eduardo Zaplana supo "acordar" la ley de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, pero los herederos de ahora son "muy radicales" y lo quieren "romper todo".

Puig ha pedido a Ciudadanos que no entre en la "confrontación" de sus aliados "malos", porque "no tiene ningún sentido" y "es malo" para la Comunitat y solo interesa al PP porque sabe que "rompiendo la Comunitat pueden tener alguna esperanza".

"Se llama Comunitat Valenciana, sí señor, pero efectivamente cada uno aquí puede expresar lo que quiera, en la lengua que quiera y como quiera. Incluso se puede ser profundamente desleales y no pasa nada. Al final cada uno es como es y se retrata", ha aseverado el president.

La portavoz del PP, Isabel Bonig, ha pedido la palabra para afirmar que faltarán el respeto al president, como él "falta reiteradamente" al grupo popular.

En el turno de repreguntas, el diputado de Ciudadanos Antonio Subiela ha preguntado si el apoyo del conseller de Educación a las Trobades es un reconocimiento a que quiere imponer un sistema educativo de inmersión lingüística, "como defienden fervientemente las doctrinas nacionalistas independentistas" de Escola Valenciana.

El conseller Vicent Marzà ha explicado que consensuarán con Les Corts el nuevo decreto que marque un plurilingüismo "real para todos, y no solo para algunos que se lo pueden pagar".

El conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, ha indicado que "la famosa web" es privada y ha acusado a Ciudadanos de poner "palos en las ruedas" a que las Fallas puedan ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco al "politizar partidariamente" las Fallas. "No sean aldeanos", les ha reclamado.

Marí ha pedido entonces la palabra, pero el presidente de Les Corts, Enric Morera, no se lo ha dado porque esa misma expresión la utilizó la anterior portavoz de Ciudadanos, Carolina Punset, "y no le dio entonces ninguna connotación peyorativa".