La letrada de Álvaro Pérez en el juicio por los contratos de la Generalitat con las empresas de la trama Gürtel para Fitur, Ángela Coquillat, alegó ayer que su defendido «era un fanfarrón, alardeaba sin causa real, y eso le ha perjudicado en este y otros procedimientos que vendrán».

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana acogió ayer la segunda sesión de conclusiones, la sexagésimo primera de este juicio, en la que han empezado a realizar sus exposiciones las defensas de los trece procesados.

«Ustedes [a la sala] han podido escuchar las grabaciones y las manifestaciones de este imputado, lo que han dicho de él los testigos y me duele decirlo, pero era un fanfarrón, alardeaba, usaba diminutivos, y es importante tenerlo en cuenta», apuntó la abogada del que fue responsable de Orange Market, conocido también como «El Bigotes».

Asimismo, reprochó a la fiscal que no haya probado la existencia de una «garganta profunda» que indicase al personal de la administración que debían dar el contrato a Orange Market, ni que haya constatado sus buenas relaciones con los políticos valencianos más allá de una conversación con Ricardo Costa.

«No nos podemos situar en la grabación de 'amiguito del alma'», apuntó la abogada de Pérez en alusión a una conversación que fue emitida en el conocido como juicio de los trajes y que mantuvo con el entonces president de la Generalitat Francisco Camps en diciembre de 2008. «Estamos en 2004 y 2005, las relaciones que Pérez pudiese tener con el PP valenciano eran de poco tiempo. Cuando se adjudicó Fitur, como mucho de un año y dos meses. No hay indicios de relación fluida», agregó.

«Correa y Pérez compraron dos relojes de los que se desconoce su número de serie y no hay pruebas de que fuesen regalados a [la exconsellera] Milagrosa Martínez. Quienes lo dicen es porque escucharon a Pérez, pero no lo presenciaron», alegó Coquillat.