El president de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, ha declarado que la confesión del empresario Enrique Ortiz en la que reconoció haber financiado ilegalmente al PP "constata que fue -ese partido- ha ido permanentemente dopado a las elecciones".

En declaraciones a los medios tras participar en la romería de la Santa Faz de Alicante, el president ha abogado por "llegar hasta el final de lo que significó la corrupción sistémica que instauró el PP" en la Comunitat Valenciana.

De la misma forma, ha invitado a "los responsables de los distintos robos" a devolver el dinero, así como "al partido político que se haya visto beneficiado", el cual "deberá asumir las responsabilidades políticas y -ha incidido- también devolver el dinero que le sirvió ilícitamente para ganar elecciones".

A la peregrinación también ha acudido, por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, quien en unas declaraciones posteriores, y sobre este mismo asunto, ha preferido "no entrar a valorar documentos judiciales y estrategias procesales que los acusados diseñen con sus abogados en el seno de un tribunal".

A pesar de ello, ha declarado que supone que Puig "se referirá también a todas las elecciones dopadas que ha ganado el PSOE, tanto a nivel de España como en Andalucía, donde los casos de corrupción (EREs y formación) apuntan también a una financiación ilegal".

Bonig ha pedido "dejar actuar a la Justicia" para que "la gente que sea inocente lo demuestre" y para que sobre "los que sean culpables caiga todo el peso de la ley".

En todo caso, ha agregado que "todo eso -en referencia a la confesión de Ortiz y su contenido- pertenece al pasado" y que "el PP va a ser contundente con la corrupción para acabar con ella", al tiempo que pone "mucha ilusión en diseñar un proyecto de futuro".