Felipe Llorens, hermano del exconcejal de Atención Urbana de Alicante Andrés Llorens, admitió ayer en los juzgados su relación con dos de las empresas que intervinieron en los proyectos investigados por los presuntos amaños de las obras del Plan E en esta ciudad. La,magistrada que investiga los hechos le citó ayer a declarar como testigo para aclarar su intervención en la instalación de 40 contenedores soterrados del casco antiguo alicantino. En la instrucción se trata de determinar si hubo componendas entre un técnico municipal y las mercantiles adjudicatarias para repartirse proyectos de obra pública en la ciudad con los que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero trataba de reactivar la actividad económica. Los imputados son el técnico de Atención Urbana y dos empresarios adjudicatarios de los proyectos, Becsa y Civil de Construcción, Mantenimiento y Servicios SL (CCMS). La causa se abrió en el año 2011 por presuntos delitos de cohecho, malversación de fondos públicos y blanqueo de capitales, aunque los cargos que finalmente se atribuyan a los imputados dependerán del desarrollo de las investigaciones. A raíz de la declaración de ayer, la Fiscalía se plantea ampliar las pesquisas y llamar como investigado al anterior concejal de Atención Urbana.

Los contenedores del casco antiguo son una de las obras bajo la lupa de la Justicia. Los trabajos se adjudicaron a Becsa que adquirió los contenedores a Sedni, empresa de la que era delegado para la Comunidad Valenciana el hermano del exconcejal, que a su vez había adquirido los contenedores de otra empresa más, Equinord. Llorens confirmó ayer su relación con esta empresa, así como la que se encargó de realizar las obras para la instalación Civil de Construcción, Mantenimiento y Servicios SL (CCMS) para la que realizó servicios como autónomo. La investigación arrojaba que el hermano del exedil había recibido 19.470 euros por parte de CCMS a pesar de que no trabajaba para ellos. El hermano del exvicealcalde de Alicante y exedil de Atención Urbana aseguró que Andrés Llorens conocía perfectamente dónde trabajaba él y a qué se dedicaba. Las acusaciones apuntan a que las ofertas de las empresas investigadas pudieron hacerse desde el propio Ayuntamiento.

A la salida del juzgado, Felipe Llorens aseguró sentirse satisfecho con su declaración. «He dado todas las explicaciones que me han pedido y he contestado a las preguntas de todas las partes», aseguró, al tiempo que negó cualquier participación en alguna irregularidad. «Supongo que me han llamado porque mi hermano era el concejal, pero aquí no hay nada», aseveró. El testigo tuvo que haber declarado en el juzgado el pasado mes de febrero después de que el juzgado reactivara la investigación pero entonces no se le pudo localizar para entregarle la citación. Llorens ayer estuvo declarando por espacio de una hora.

Felipe Llorens señaló que su vinculación con los trabajos se limitó a los 40 contenedores instalados en el casco antiguo y se desvinculó de los otros 100 instalados en otras zonas de la ciudad. Los contenedores se montaron en dos tandas: en 2009 se adjudicaron los 40 del casco antiguo; y, un año después, otro centenar más para otras zonas de la ciudad. El montante de todos los trabajos para el montaje de todos los contenedores ascendió a dos millones de euros.