El president de la Generalitat, Ximo Puig, pidió ayer la convocatoria inmediata de la conferencia de presidentes autonómicos conferencia de presidentes autonómicos para fijar con el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy la senda de ajuste que hay que negociar con Europa tras el incumplimiento del objetivo de déficit de este año. Puig lanzó esta propuesta en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, en el que fue presentado por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. «Si siempre habría que hacerlo así, ahora con más legitimidad, ya que estamos en un gobierno en funciones que no puede decidir por sí mismo», argumentó Puig.

El presidente valenciano se mostró convencido de que la convocatoria de la conferencia de presidentes sería una «señal de fortaleza» en el «impasse» actual del país, pues demostraría que «existe un estado fuerte que tiene sus mecanismos de coordinación». No puede ser, en su opinión, que el Ejecutivo en funciones tome las decisiones en solitario e insistió en que «lo lógico» es que se cuente con la participación de las autonomías en la respuesta a Europa.

Puig abogó por institucionalizar las conferencias de presidentes autonómicos y que no se limiten a cuestiones coyunturales para «atajar un situación determinada». «Lo normal, lo razonable en un estado compuesto como el nuestro es que las conferencias estuvieran asentadas», afirmó el president de la Generalitat.

También aludió a la «asimétrica» y «arbitraria» distribución del déficit aprobada de forma unilateral por el Gobierno, porque «el camino no es la amenaza, sino el diálogo» y, por eso, saludó su reunión del lunes con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

A su entender, el Estado autonómico está «agotado» y es «urgente» su «reformulación» para garantizar la igualdad entre los ciudadanos y la singularidad territorial. El mejor ejemplo de ello, dijo, es la polémica sobre la desviación del déficit público de la que el Gobierno culpa a las comunidades autónomas.

Según recordó, la Comunidad Valenciana ha gastado siempre por debajo de la media de las comunidades autónomas y, sin embargo, tiene uno de los déficit «más abultados», lo que demuestra que las desviaciones vienen «por la vía del ingreso, y no del gasto».

Puig también enmarcó el debate soberanista catalán en esta «nueva institucionalización» de las relaciones del Estado con las comunidades autónomas que propugna.

Tras precisar que el problema territorial no se reduce a Cataluña, señaló la necesidad de derribar el «muro de silencio» existente entre el Gobierno central y el catalán y pidió una oportunidad para el Estatut catalán en un proceso que lleve a dotar a España de un modelo federal. Ese es, a su entender, el camino para salir al paso de las declaraciones soberanistas, no el «silencio» y la «displicencia», ni tampoco la recentralización de competencias.

En cuanto a la formación del gobierno, Puig abogó por una coalición «semáforo» -socialistas, verdes y liberales-, en la que estén PSOE, Podemos y Ciudadanos, al considerar que este tipo de alianzas «no son un peligro», pese a que generen «desasosiego en muchos sectores». Se trataría, explicó, de una alianza inspirada en «la vía valenciana, que es el diálogo, la concertación y la superación del partidismo por el interés común». «No es antinatural. Claro que es posible. Para eso hay que tener mentalidad superadora de los antagonismos y los prejuicios. Si se quiere, hay suficientes elementos para hacerlo».

En materia de infraestructuras, consideró «irracional y ridículo» que la UE tenga «más sensibilidad» que el Gobierno del PP por el desarrollo del Corredor del Mediterráneo. «Rajoy habla mucho de sentido común, pero lo aplica poco y en las inversiones, nada», le criticó. Según Puig, si el corredor sigue ejecutándose «al paso de tortuga», la capacidad de competir de la Comunitat Valenciana «va a perder mucho».

Además del expresidente Rodríguez Zapatero, a la conferencia de Puig en Madrid asistieron, entre otros, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, además de otros miembros del Consell como el titular de Hacienda, Vicent Soler; el de Transparencia, Manuel Alcaraz; la de Sanidad, Carmen Montón; el de Educación, Vicent Marzà; el senador y exjefe del Consell Joan Lerma; la presidenta del PSOE y vicepresidenta segunda del Congreso, Micaela Navarro; el portavoz socialista Antonio Hernando y el alcalde de Alicante Gabriel Echávarri. Y fuera del ámbito político, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri; el de la patronal Cierval, José Vicente González; el de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro y el delegado del Banco Sabadell en la Comunidad y Murcia Jaime Matas.