La formación del nuevo Gobierno se lleva todo el interés en el Congreso. Nada puede superarle. Ni mucho menos la reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana, un mero trámite para los partidos y medios nacionales, pese a la gran relevancia que tiene para los intereses valencianos. Tal vez por eso, en el debate sólo los primeros espadas de Ciudadanos, Albert Rivera, y de Podemos, Pablo Iglesias, ocuparon sus escaños.

Ni el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se dejaron ver por el hemiciclo. El líder socialista trabajaba en su despacho, en la planta superior, pero no acudió a la sesión -aunque sí a votar-. Tampoco ningún miembro del Gobierno en funciones hizo acto de presencia. Muy criticada entre la delegación valenciana fue la ausencia del presidente Rajoy, que tampoco acudió el pasado septiembre, o del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que acaba de criticar a autonomías como la valenciana por el exceso de déficit y que la noche antes se había reunido con el titular del Consell.

En el Congreso el interés radica ahora en saber si habrá acuerdo antes de la fecha clave para evitar una repetición de las elecciones, el 27 de abril. Si se llega a ese día sin pacto habrá repetición, ya que es el último en el que, por lo que se calcula en la cámara, daría tiempo a evitar la disolución de las Cortes el 2 de mayo. Incluso durante la intervención de los enviados valencianos al Congreso, Iglesias y Rivera abandonaron varias veces sus escaños. Junto a sus equipos entraron y salieron. Hay movimiento, negociaciones anunciadas y secretas y se nota en el ambiente. Ayer era una jornada de poca efervescencia en espera de la comparecencia de hoy de Mariano Rajoy para hablar de la crisis de los refugiados. Pero en los pasillos de la Cámara sólo interesan los tres con capacidad de alcanzar acuerdos, los mencionados Sánchez, Rivera e Iglesias.

En cambio, la presencia valenciana fue multitudinaria. Con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a la cabeza y la vicepresidenta, Mónica Oltra, a su lado también se dejaron ver los consellers de Transparencia, Manuel Alcaraz, y de Sanidad, Carmen Montón. Enric Morera se sentó en la tribuna por cuestiones protocolarias. También se sentaron en la parte alta del Congreso los portavoces de los partidos en las Cortes, la popular, Isabel Bonig, el de Ciudadanos, Alexis Marí, entre Bonig y la secretaria general de los populares, Eva Ortiz, y el de Podemos, Antonio Montiel. A la conclusión del debate y cuando la delegación valenciana ya estaba en el patio del Congreso, el líder de Ciudadanos departió unos minutos con el propio Ximo Puig.