El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró ayer que al Partido Popular le genera «alguna tensión interna» saber que nueve meses después de las elecciones autonómicas el nuevo Gobierno autonómico «funcione bien y vaya avanzando». Tras asistir a la inauguración del Foro Mundial sobre el Acceso a la Tierra en el paraninfo de la Universidad Politécnica de Valencia, Puig se refirió así a las declaraciones de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, quien propuso suprimir el actual Consell por un Gobierno de tecnócratas, ante la ineficacia de un Ejecutivo «basado en el odio y el rencor».

«Al PP le cuesta asumir su realidad en la oposición y le cuesta entender que sea posible la convivencia y un buen gobierno», prosiguió Puig.

El president de la Generalitat afirmó que la tensión del PP no está provocada «por la acción del Ejecutivo autonómico», sino por la propia «descomposición» de ese partido, así como porque deben asumir «de una vez la responsabilidad política» por la corrupción, el despilfarro y la mala gestión de los últimos 20 años.

Puig valoró así como «una huida hacia adelante» la postura del PP, y lamentó que por desgracia «una parte muy importante» de su tiempo tiene que dedicarla «a deshacer los múltiples líos que dejaron ellos».

Sobre la situación de los concejales del PP de Valencia, suspendidos cautelarmente de militancia por presunto blanqueo de capitales, Puig declaró que es «un lío enorme», pero que él tiene «tantos heredados del PP» que no se preocupa «de éste».

Por otra parte, el también líder de los socialistas valencianos admitió que el PSOE «necesita un debate en profundidad» que abarque la nueva estrategia a seguir, tras lo que ocurra con la formación de Gobierno en España, y que analice «cómo se reposiciona la socialdemocracia europea en este momento porque cuando más necesaria es la voz de la socialdemocracia a veces menos se oye».

Puig se pronunció en estos términos al ser preguntado por los temas que se tratarán en el Comité Federal de mañana, en el que está previsto decidir el aplazamiento del Congreso Federal en el que se elegirá secretario general y se propondrá un proyecto político.