Primero fue Isabel Bonig la destinataria del enojo vía sms de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tal como adelantó INFORMACIÓN en exclusiva, pero ahora las quejas a través de mensajes de móvil se han extendido a otros dirigentes tanto valencianos como nacionales. Barberá, según relatan varias fuentes del PP, no esconde su enfado sobre cómo el partido está abordando su caso y está dedicándose estos días a enviar sms a destacados cargos populares en tono amenazante. La Cadena Ser aludía ayer a algunos sms del tipo «eso se paga», «te has pasado» o «cuidado con lo que dices», el mismo sms que la exalcaldesa envió a Bonig y los dirigentes provinciales Vicente Betoret y José Císcar. Barberá, según las mismas fuentes, está presionando también a los concejales de Valencia para que aguanten y no dejen el escaño. De hecho, tal es el «bombardeo» de mensajes que incluso podría estar provocando la reacción contraria por parte de los ediles que acarician la idea de irse.

Fernando Martínez Maillo, a quien Barberá envió desde el Senado un mensaje reprochándole su posición, evitó ayer polemizar con la exalcaldesa, si bien admitió que la comunicación que ha mantenido con ella «no son mensajes ni llamadas agradables». Maillo indicó que «Rita es una mujer de carácter que en la defensa de su posición mandará seguramente mensajes», añadió el número tres del PP.

La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, por su parte, negó haber recibido mensajes de Barberá, si bien admitió que su posición «está haciendo daño a su partido» ya que al PP no le gusta no poder tener «un comportamiento intachable» en el ejercicio de las responsabilidades públicas.

Conversaciones «repugnantes»

Preguntada sobre si cree a Barberá cuando defiende su inocencia, Levy dijo que no es quién para creerse o no creerse a la exalcadesa. Eso sí fue contundente al calificar de repugnantes las conversaciones que leyó en la prensa entre María José Alcón y su hijo en la que le explicaba cómo una de las personas de confianza de Barberá, la secretaria de grupo, Mari Carmen García Fuster, le pidió que blanqueara dinero. «Son impresentables, increíbles y desde luego que no se puede tolerar que se hable así», concluyó.

Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado,defendió la agilidad y contundencia de su partido al abrir expediente informativo a Rita Barberá por el supuesto blanqueo de capitales en el Partido Popular de la Comunitat: «Los ciudadanos deben tener claro que en el PP quien la hace la paga», indicó. Al igual que Levy negó haber recibido los sms.