Tras el enfrentamiento interno que desencadenó la decisión unilateral de Pablo Iglesias de apartar a su «número tres», Montiel rehusó cuestionar las formas del secretario general. «En Podemos -respondió a este periódico- hay demasiada pasión a veces. Somos una organización que nació no solo de la afinidad ideológica por un proyecto político, sino también de la afinidad personal. Muchas veces, la sangre, el temperamento, nuestra emotividad, se cruzan en el camino a a la hora de tomar unas decisiones. Y con la misma naturalidad hemos de entender también las formas. Posiblemente hubieran podido ser más cuidadosas, pero con las explicaciones que ha dado Pablo son perfectamente admisibles», dijo. p. cerdà