El Consell ha puesto en marcha un ambicioso plan medioambiental «sin precedentes» para mejorar los antiguos vertederos municipales en la Comunidad Valenciana, varios de ellos en la provincia, por un coste que superará los veinte millones de euros.

El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, anunció ayer la iniciativa, denominada «De norte a sur», que consiste en una serie de trabajos de sellado de una treintena de plantas de basura antiguas, entre ellas las de Aspe, La Murada (Orihuela), Campoamor (Orihuela-Pilar de la Horadada) y Elche antiguo.

Para la puesta en marcha de esta actuación, la Generalitat va a pedir la implicación de todas las diputaciones y del resto de administraciones con el fin de mejorar la calidad ambiental de estas ubicaciones.

Álvaro resaltó que este plan conjunto de sellado de antiguos vertederos es un «importante avance» porque se va a realizar «de una manera global y es mucho más ágil que proceder a hacer obras en cada uno de ellos por separado».

El secretario autonómico incidió en que la ley obliga a hacer el mantenimiento postclausura de aquellas instalaciones antiguas, por lo que este debe ser un aspecto «lo suficientemente importante como para justificar la actuación de todas las administraciones públicas de manera colaborativa, activa y afrontando de verdad la realidad global del problema».

En solitario

Desde la Conselleria son conscientes que no se puede dejar en manos de los municipios el mantenimiento de estas instalaciones: «Los ayuntamientos no pueden ir en solitario haciendo obras sueltas de sellado o de mejora medioambiental cada año».

Por ello, inciden en que «es necesario» hacer una planificación «global y una actuación integral y conjunta de todas las actuaciones que es necesario abordar en la actualidad en la Comunidad Valenciana».

Otras plantas de basura en las que se va a poner en marcha este plan de mejora medioambiental, además de las de Aspe, Orihuela y Elche, son las Vinaròs, Benicarló, Alcalà, Oropesa, Morella, Benassal, Cinctorres, Basseta Blanca (el antiguo de Valencia capital) y Vilafranca.

Para el Consell, los vertederos son una cuestión prioritaria y la política que lleva a cabo es una actuación integral y no por separado de cada uno de ellos.