La persona que podría tener la llave del Gobierno de España lo tiene claro: perdonar la deuda histórica valenciana crecida al calor de años de infrafinanciación no entra en sus planes. Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, equiparó ayer a la Comunitat Valenciana con el resto de comunidades autónomas al destacar que todas tienen deudas con el estado y que «sería fantástico poder condonarlas, pero hay un problema y es que la caja no cuadra», destacó.

Hace apenas diez días, Ciudadanos advirtió al PSOE que no apoyaría la investidura de Pedro Sánchez si éste concedía el reconocimiento histórico a los valencianos. «No se puede ir negociando bilateralmente. Hacer ofertas para dar un tratamiento a una comunidad autónoma antes de una votación es algo que se ha hecho durante los últimos 30 años y no ha dado resultado», explicaron desde la formación naranja entonces.

Ayer, a las puertas de Casa Caridad y antes de acudir a la mascletà, Rivera reiteró su rechazo a este acuerdo a través del cual Sánchez quería conseguir los votos de Compromís para su investidura. «Habría que renunciar o al paro o a las pensiones o a otras cuestiones a nivel nacional que son fundamentales para los servicios básicos» en el caso de condonar las deudas autonómicas, opinó el líder de Ciudadanos.

«El problema no es quién tiene la llave de la caja sino que la caja está vacía. No es un debate territorial ni identitario sino de cómo sufragar los servicios públicos», detalló Rivera. Una posición que, sin embargo, contrasta no sólo con quienes pretende que sean sus socios en el gobierno (el PSOE), sino con la de los propios diputados de su formación en las Corts Valencianes. Los trece parlamentarios del partido naranja firmaron el documento impulsado por Ximo Puig para exigir al Gobierno central la condonación de esta deuda.

No obstante, y para dar una de arena, el dirigente catalán señaló que está dispuesto a abrir un debate «valiente y necesario» como el de la Ley de Financiación de las comunidades autónomas. «Eso es lo justo, los valencianos lo merecen, pero también lo merecen todos los españoles que en muchas comunidades ven cómo se recortan los servicios públicos», apuntó Rivera.

En ese sentido, Rivera recordó que el pacto entre Ciudadanos y PSOE para investir a Sánchez recoge el compromiso de reformar la ley,«que es injusta porque es poco transparente y hay impagos por parte tanto de autonomías como del Estado».

Por otra parte, el líder de Ciudadanos indicó que Valencia «es uno de los epicentros de la corrupción», aunque ésta está «pasando factura» al PP y PSOE «porque a los españoles les duele el bolsillo».

Reunión con Puig

El dirigente de Ciudadanos aprovechó su viaje exprés a Valencia para reunirse con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un encuentro a priori fuera de agenda pero que se alargó más de una hora y cuarto.

El encuentro estuvo marcado por el debate sobre la futura financiación. El líder de Ciudadanos mostró su suspicacia acerca de la reclamación de la deuda histórica, un concepto que entiende como una reivindicación entre dos territorios «iguales» y que por tanto, atentaría contra su modelo de estado. Por su parte, Puig explicó que su voluntad de reformar de manera global la ley de financiación, no solo la valenciana, sino la de todas las autonomías, posición que Rivera apoyó.

El presidente del Consell recordó que la C. Valenciana se encuentra al borde del colapso económico debido a años de infrafinanciación y pidió a Rivera que, al margen de posiciones políticas, el próximo modelo se centre en objetivar el reparto por números y no por porcentajes. Puig aprovechó la ocasión para entregar el documento de base del nuevo modelo de financiación que firmaron todos los partidos, incluidos el PP y Ciudadanos.