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El PP de Alicante pide mano dura con Rita

Los populares de la provincia se alinean con el sector renovador del partido que discrepó de Rajoy

José Císcar, César Sánchez, José Juan Zaplana y Luis Barcala

Los principales dirigentes del PP en la provincia se alinearon ayer con el sector renovador del partido a escala nacional y reclamaron mano dura y «medidas contundentes» con la senadora Rita Barberá, a la que la formación le ha abierto expediente -junto al medio centenar de concejales y asesores del grupo municipal en Valencia- por presunto blanqueo de capitales. Desde la dirección provincial a la presidencia de la Diputación, pasando por el grupo parlamentario en las Cortes y la bancada municipal en Alicante, los populares mantienen que la exalcaldesa de Valencia debe dar un paso al lado y renunciar a su escaño en la Cámara Alta para no perjudicar al partido. «En estos tiempos, los ciudadanos nos exigen cada vez más que seamos ejemplares», coincidieron en destacar varios de ellos.

Frente a la tibieza del presidente nacional, Mariano Rajoy, que dijo sentirse «tranquilo» con las explicaciones el martes de Barberá tras ser invitada por el juez a declarar voluntariamente, un nutrido grupo de altos dirigentes jóvenes del cuartel general de la calle Génova -Pablo Casado y Javier Maroto- salieron a la palestra para cuestionar por «insuficientes» e insatisfactorias las palabras de la senadoracuestionar por «insuficientes» e insatisfactorias las palabras de la senadora.

En esta segunda línea se situó ayer una amplia mayoría del PP en la provincia. El más contundente volvió a ser el presidente provincial, José Císcar que se remitió, textualmente, a la entrevista que concedió a este diario el pasado día 28. «Rita Barberá no está todavía imputada, pero en su situación, con sus concejales y sus asesores ya investigados, yo en su lugar me habría ido a mi casa y hubiera dejado mis cargos», declaró Císcar. «En mi etapa como portavoz del Consell», añadió, «siempre decía lo mismo cuando me preguntaban por una imputación: lo dejaría todo y me marcharía porque entiendo que las siglas del PP están por encima de los problemas personales que tiene cada uno».

Císcar, de casi 55 años, llegó a las Cortes como diputado en 2007 y ha ocupado desde entonces diferentes responsabilidades en el Consell y la dirección regional del PP, en plena «época dorada» de Barberá como «alcaldesa de España», según se le conocía en el partido. De modo que no es una cuestión de discrepancia generacional la que explica esta exigencia de firmeza y de líneas rojas disciplinarias; caiga quien caiga. En este punto, el presidente provincial siempre ha contado con el respaldo de la secretaria regional, la oriolana Eva Ortiz.

Sin ir tan lejos, pero en sintonía con la «nueva hornada» de dirigentes nacionales, el presidente de la Diputación, César Sánchez, aplaudió en Benidorm «la contundencia» con la que está actuando la dirección nacional contra la corrupción. «Es lo que espera la gente de nosotros y tenemos que estar a la altura», dijo. Sánchez consideró «lógico y normal» que el PP haya abierto expediente a Barberá y pidió que la medida pase de informativa a disciplinaria si el escándalo del presunto blanqueo va a más.

Por su parte, el diputado y vicesecretario regional, José Juan Zaplana, indicó en informacionTV que en este momento de «presión política y mediática, que se está afianzando entre los ciudadanos», la continuidad en el cargo de Barberá «le hace un flaco favor al partido y a ella misma», por lo que le recomendó que dé «un paso atrás».

A su vez, el portavoz municipal en Alicante, Luis Barcala, señaló que actualmente no tiene sentido participar en política «si no es abordando la renovación y la regeneración del partido». A su juicio, «las formas deben responder a lo que la gente demanda: cercanía, responsabilidad y claridad. No quiero una política que esté permanentemente bajo sospecha».

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