Tras la reciente puesta en marcha de la gestora en la ciudad de Alicante, una fórmula impulsada por Antonio Montiel tras la dimisión en bloque del anterior Consejo Ciudadano a causa del «pucherazo» en las primaras, los nuevos dirigentes locales buscan «su sitio» en la ciudad. Al margen de la experiencia que aportan los cargos impuestos por la dirección autonómica -entre los que se encuentran diputados autonómicos y nacionales-, las nuevas caras que han tomado el mando de la formación quieren tomar el mando de un partido que en Alicante ha estado desde su nacimiento rodeado de escándalos. De hecho, los nuevos dirigentes elegidos por las bases son militantes que se situaron en un segundo plano durante la «guerra civil» que libraron la corriente oficialista -con Bustos al frente- y el bando crítico. Uno de los dirigentes que ahora ejercen como portavoces, Pedro Granero, ha vivido en primera persona la consolidación de Podemos en Madrid, donde ha vivido años por motivos personales. Ahora, en la ciudad de Alicante, intentará junto al resto de miembros de la gestora -casi una treintena- dotar de una base política a una organización descabezada durante parte de su existencia. c. p.