Convencidos casi desde un primer momento y arropados por la decisión de Rita Barberá de no dimitir hasta que se abra juicio oral, Alfonso Novo, portavoz del Grupo Popular de Valencia -nueve de cuyos 10 miembros están «investigados» en esta pieza separada del caso Imelsa-, compareció minutos después de su antigua jefa para asegurar también que en el sumario no hay «pruebas de cargo» contra ellos y que por tanto van a seguir con su actividad normal en el Ayuntamiento.

Alfonso Novo, que ayer continuó actuando como portavoz del Grupo Popular, descalificó las conversaciones y declaraciones de su excompañera María José Alcón recordando que es ella la que está siendo investigada «por actuaciones que parecen claramente ilícitas».

Y también puso en cuarentena las declaraciones inculpatorias de varios asesores que se negaron a ingresar los mil euros para luego recuperarlos en metálico. «Es la palabra de cuatro o cinco testigos frente a 49 personas que siguen siendo investigadas», dijo Novo, advirtiendo al mismo tiempo que cada uno de ellos «se reserva el derecho de emprender acciones judiciales» por falsas acusaciones.

En estas condiciones y convencido de que el proceso no tendrá muy largo recorrido, Alfonso Novo, que compareció en el grupo flanqueado por Beatriz Simón y Cristóbal Grau y con el resto de concejales en la sala, aseguró que no dimitirá nadie. También para él mandan los estatutos del partido -dimisión cuando se abra juicio oral-, aunque asegura que ha hablado con Isabel Bonig, presidenta regional del PP, y se han emplazado a una conversación más adelante para analizar los hechos según se produzcan.

En esa misma línea, Alfonso Novo pidió al alcalde de Valencia; Joan Ribó, que respete la presunción de inocencia y que «mientras no haya sentencia que espere, que no firme la destitución de los asesores», pues eso lo entendería como un intento de destruir al Grupo Popular y su labor de oposición en el ayuntamiento.