Transparencia estudia una amplia gama de iniciativas para completar un proyecto que considera la prevención como la mejor arma para luchar contra la corrupción. Así, en materia de prevención se trabaja con la idea de elaborar códigos o guías de buenas prácticas dirigidas a los trabajadores públicos de la Generalitat y altos cargos para mejorar la formación en la lucha contra la corrupción. De lo que se trata es de establecer una serie de normas y criterios de comportamiento ante prácticas corruptas para que el funcionario tenga claro la hoja de ruta que debe seguir.
Otra de las ideas es introducir cláusulas anticorrupción en los contratos. Se trata de declaraciones mediante las cuales los adjudicatarios se comprometen a cumplir determinadas condiciones en relación a las áreas de riesgo. Es importante, indican desde la Conselleria, diseñar un mapa de riesgos, así como supervisar prácticas tales como los regalos, los patrocinios, las donaciones, etc.
A priori y fruto de las diferentes experiencias, se considera que los puntos calientes en la gestión de recursos está en los proyectos de obra, subvenciones, convenios, permutas, caja fija, encargos de informes y asesorías, entre otros.
Respecto a la gestión de personal, existe más riesgo de casos de corrupción en los procesos de selección, gestión de nóminas o en las llamadas puertas giratorias, es decir, cuando se encuentra un trabajo en el sector privado después de haber pasado por la administración pública.
La alerta se extiende, según la documentación con la que trabaja la Conselleria, en la constitución y gestión de empresas mixtas, el mecenazgo o patrocinio o en las autorizaciones y licencias que tienen que ver con el urbanismo. Otro de los elementos clave es dar seguridad a los denunciantes y tener garantías de la independencia de los investigadores.
