El exportavoz del PSPV-PSOE en la Diputación de Alicante, Antonio Amorós, al que Anticorrupción pide más de cuatro años de prisión, por la rama del caso Brugal del Plan Zonal, reafirmó ayer su «honradez» y expresó su convicción de que demostrará su inocencia en los tribunales.

En un comunicado, Amorós señaló que en los más de 35 años en los que fue cargo público su comportamiento ha estado guiado «por la honestidad, la honradez y el servicio a los ciudadanos».

«Soy consciente de haber cometido errores a lo largo de tantos años de gestión y de representación política, pero nunca me he lucrado, ni me he beneficiado personalmente de las distintas responsabilidades que he tenido», señaló. «Jamás se ha podido verter una duda sobre mi comportamiento y mi vida cotidiana es y ha sido siempre la misma, sin que ni mis bienes, ni mi forma de vivir hayan experimentado en ningún momento», apuntó, «cambio alguno significativo».

Amorós recordó que forma parte del procedimiento porque solicitó su propia imputación para poder acceder al sumario judicial, e indicó que no formaba parte de los órganos que tomaban los acuerdos del consorcio comarcal de residuos de la Vega Baja y que la «polémica» decisión que adoptó dicho consorcio tuvo el voto en contra de los alcaldes socialistas.

«Única y exclusivamente se me acusa por conversaciones realizadas por terceros sobre mi persona, de las que no soy responsable y que no obedecen a ningún hecho cierto», advirtió.

«Me siento por todo ello tranquilo por la labor que he desempeñado en todos estos años. Quienes me conocen saben quién soy, saben dónde vivo y cual es mi estilo de vida», por lo que está convencido de que podrá demostrar su inocencia en los tribunales, en los que confía «plenamente». «Estoy convencido de que la verdad saldrá pronto a la luz, por lo que pido a los medios de comunicación el respeto a la presunción de inocencia», concluyó.