El vicepresidente de la Diputación de Alicante, Eduardo Dolón, acusó ayer a la Generalitat Valenciana de «tomar el pelo» al sector turístico tras aprobar dos decretos que intervienen competencias y presupuestos a la institución provincial. «No se puede engañar mas a la gente, es una tomadura de pelo. Hay una falta de respeto al sector turístico, porque la Diputación es mera canalizadora», aseguró ayer el también diputado de Turismo, quien acusó de mentir a la vicepresidenta del Ejecutivo valenciano, Mónica Oltra, que había asegurado que ninguna diputación había alegado sobre los dos decretos -turismo y deportes- a los que el Consell dio luz verde el pasado viernes. «Si no hemos alegado, ¿por qué cambian el decreto? Han incorporado la proporcionalidad, pero eso no es suficiente. ¿Y por qué suspendieron dos veces su aprobación? Será porque hemos pedido más añadidos», apuntó ayer Dolón.

El «número dos» de la Diputación aseguró un día después de la aprobación definitiva que a partir de mañana se pondrán «a trabajar» para «defender los derechos e intereses» de la provincia de Alicante. Y parece que no lo harán solos. «Estamos en contacto con la Diputación de Castellón, pero también con Valencia -presidida por el PSOE-, donde sabemos que hay técnicos que no avalan el decreto sobre turismo», explicó ayer el diputado Dolón.

Por otro lado, el vicepresidente de la Diputación de Alicante también atacó a «los chicos de Compromís» por querer «hacer un paripé» al pedir una comisión de investigación -«de la que no existe reglamentación ni reconocimiento legal»- sobre los últimos doce años de gestión del PP en la institución provincial. «Cesar Sánchez [presidente de la Diputación] hizo una propuesta en pleno para crear una comisión de investigación en las Cortes. Nadie recogió ese guante», apuntó ayer Dolón.

Bonig: «Sin iniciativas»

Por su parte, la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, señaló ayer que «el decretazo turístico» aprobado por el Consell «es una demostración de la falta de liderazgo» del presidente, Ximo Puig, que, a su juicio, «busca intervenir e imponer en lugar de plantear iniciativas en positivo que pongan en valor el turismo». «Puig gobierna sin diálogo, interviniendo competencias de las diputaciones para controlarlas», añadió Bonig.