El portavoz del PSOE en la Diputación de Alicante y alcalde de Xàbia, José Chulvi, entonó ayer el «mea culpa» al admitir el error de los socialistas al pactar con el PP a finales del pasado año que se cuadruplicaran las subvenciones a los grupos políticos de la institución provincial. «No es negativo asumir los errores cometidos y afrontar la nueva situación en la Diputación con acuerdos que sean positivos», afirmó ayer el líder socialista en la institución, durante una protesta conjunta de todos los grupos -salvo el PP- por la decisión del presidente de la Diputación, César Sánchez, de retirar del orden del día del pleno de ayer el punto sobre las subvenciones económicas a los partidos.

Minutos antes del inicio de la sesión plenaria de ayer, los portavoces del PSOE, Compromís, Ciudadanos y Esquerra Unida se concentraron junto a otros diputados de sus grupos para exhibir el malestar con el máximo dirigente de la Diputación, contrario a promover un nuevo debate al alegar que las subvenciones se aprobaron en un pleno a finales de diciembre. En esa ocasión, PP y PSOE fueron de la mano tras un pacto de alto nivel -negociado por José Manuel Orengo y José Císcar- que permitió que la partida para los grupos pasara de los 123.000 euros iniciales a los actuales 518.000 euros. Con ese acuerdo, hoy todavía en vigor, la institución pagará un fijo de 25.233 euros a cada grupo y 12.616 euros por cada uno de los diputados. Esto hace, por ejemplo, que el PP pueda disponer de unos ingresos de más de 200.000 euros al año.

Y es que la «marcha atrás» del PSOE aún no se ha acabado por concretar ante la negativa del PP de volver a llevar a pleno las asignaciones a los grupos políticos. El portavoz socialista, José Chulvi, aseguró ayer que su grupo político sólo utilizará los 39.000 euros que les correspondían en el primer acuerdo y no los 163.600 euros que se recogen en el acuerdo vigente.

El resto de formaciones también se unió ayer a la hora de rechazar la decisión del presidente de la institución provincial, el popular César Sánchez, de impedir por segunda vez el debate y la votación sobre las asignaciones. El PP ya lo hizo el pasado mes ante una propuesta de Compromís con un informe de la secretaria del pleno que argumentaba que ya se había debatido dos veces con anterioridad, por lo que no tocaba más.

La anterior ocasión en la que los grupos políticos se concentraron a las puertas de la Diputación de Alicante a modo de protesta contra la forma de gestionar los plenos por parte del dirigente popular tuvo lugar hace justo un mes. Entonces, según recordaba ayer Fullana, se produjo tras la negativa de César Sánchez de debatir una moción presentada por Compromís sobre los sobrecostes y la presunta corrupción en las adjudicaciones de Ciegsa. En ese momento, la secretaria general dictaminó que la moción no se debía debatir en la Diputación por tratarse de una competencia autonómica. De hecho, invitó a Compromís a llevar la propuesta a las Cortes Valencianas. En cambio, semanas atrás, en el mismo plenario provincial se habían sometido a votación asuntos cuyas competencias no dependían tampoco de la Diputación de Alicante, como la tasa turística o la gratuidad de televisión en hospitales públicos, entre otros asuntos.