El presidente de la Diputación de Castellón, el popular Javier Moliner, se sumó ayer al frente que lidera en Alicante su homólogo y correligionario César Sánchez y anunció acciones legales si el Consell mantiene el decreto que arrebata competencias a las instituciones provinciales en materia turística y deportiva. El Ejecutivo valenciano decidió ayer un nuevo aplazamiento en la aprobación de este decreto «para intentar llegar a acuerdos», después de encontrarse con la frontal oposición de las dos diputaciones gobernadas por los populares al norte y sur de la Comunidad y tras la petición de «diálogo» por parte del sector turístico.

Si hasta ahora la voz cantante en el «no» al «decretazo» la llevaba César Sánchez desde la Diputación de Alicante, ayer contó con el respaldo expreso de Moliner. El presidente de la diputación castellonense incidió en que por su parte hay «máxima predisposición para coordinarnos, para evitar duplicidades, para conseguir llegar más lejos con los mismos recursos y poder hacer más cosas». Y, a renglón seguido, añadió: «De ahí a tener que aceptar el que pueda haber por parte del Consell una injerencia en la autonomía de la Diputación, hay una sutil diferencia en la cual confío y espero encontrar puntos de encuentro». Moliner agregó que si el Consell, «como ha ocurrido esta semana, rehúye el consenso y trata de imponer vía decreto esa injerencia, evidentemente la Diputación se reserva la posibilidad de interponer las medidas jurídicas necesarias».

Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que el Consell aplaza una semana más la aprobación del decreto para la coordinación turística con las diputaciones «para intentar llegar a acuerdos» y «buscar sinergias y no ineficiencias como las que ha habido». El líder del Ejecutivo autonómico incidió en que el turismo «es competencia de la Generalitat» porque así lo dice el Estatuto, y recordó que el papel de las diputaciones es el de «ayudar» a los ayuntamientos y al Gobierno autonómico en esta labor «porque para eso están, y ese es el camino».

«Cada institución debe hacer bien su trabajo», matizó el líder del Consell, para quien «no puede haber tres políticas de turismo porque en la normativa competencial esto no existe». El presidente defendió el tono dialogante del Consell en la tramitación de este decreto y la labor del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, en su contacto «con todos los sectores desde abajo». Puig recalcó que el objetivo es que los «escasos recursos públicos los usemos bien y que haya sinergias, porque no puede ser que en la promoción turística, en las ferias, cada uno vaya a su aire y esté en una especie de feria de vanidades institucionales».