El tejido empresarial de la provincia mostró ayer la brecha que en su propio seno separa a sectores partidarios de mantener la Diputación de aquellos que ven con buenos ojos su desaparición.

Desde la Confederación Empresarial de Alicante (Coepa), su presidente, Moisés Jiménez, tildó de «grave error» la propuesta de supresión, tal y como recoge uno de los puntos de acuerdo del pacto entre PSOE y Ciudadanos. Tajante, señaló que la provincia cuenta con ciudades de potencia económica de las que dependen los sectores productivos más importantes como Alicante, Elche, Benidorm, Elda o Alcoy, por lo que «se necesita de un órgano como la Diputación que coordine y articule las distintas necesidades». «Se trata de una provincia muy potente que requiere de órganos de gestión para infraestructuras o para el reparto económico».

Por su parte, el presidente de Cepyme (pequeña y mediana empresa), Cristóbal Navarro, reclamó el adelgazamiento de la Administración y crear «otras estructuras capaces de hacer frente a competencias que se solapan y que encima tienen distinto color político». Aunque evitó hablar directamente de supresión, sí manifestó ser proclive a un nuevo modelo organizativo. «És en ese modelo donde hay que trabajar».

Desde la Cámara de Comercio, su presidente, José Enrique Garrigós, valoró a la Diputación como una institución «fundamental para poder acometer inversiones en pueblos a las que no llegan otras instituciones como el Estado, la Generalitat y los propios ayuntamientos», aunque añadió que hay que evitar que dos instituciones destinen recursos para un mismo objetivo.

El presidente de la Empresa Familiar de Alicante, Francisco Gómez, también se mostró a favor de su continuidad y señaló que las diputaciones son «necesarias en estructuras con la idiosincrasia de la provincia». Gómez se refirió concretamente a «pequeños pueblos de montaña donde no existen posibilidades económicas para soportarse y que dependen de otras estructuras como la Diputación para funcionar, por lo que su continuidad está más que justificada».

En la misma línea se pronunció el presidente del lobby Ineca, Perfecto Palacio, que defendió el papel «vertebrador y cohesionador» de la institución. Sin embargo, la antigüedad de la misma, que nació con la creación de las provincias como elementos de organización territorial, supone, dijo, «la necesidad de un análisis de sus funciones y competencias para ser funcional y eficiente, siempre evitando duplicidades».

El sector del turismo, cuya promoción tiene arraigo en las competencias tradicionales de la Diputación -tema que se ha convertido en dinamita pura tras el decreto autonómico para mermar peso al órgano provincial en esta materia- apuesta por quitar las diputaciones «siempre y cuando nos creamos el modelo de igualdad de las autonomías». Para el presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y Costa Blanca (Hosbec), Toni Mayor, «si funciona el modelo de autonomías y Valencia no trabaja solo para sí misma algo habrá que hacer, porque hay duplicidades». Destacó que en Benidorm hay rotondas sin acabar «que no se sabe de quien es la competencia de cada trabajo».

Desde el sector de los promotores inmobiliarios de la provincia, el presidente de Provia indicó que la información para tener una idea de cómo se sustituirían las diputaciones es «escueta» y añadió que no se conoce «cómo está previsto suplir las ayudas a los pequeños municipios». No obstante, destacó: «lo importante es que los servicios públicos se mantengan con calidad».