El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mostró ayer su «hartazgo» y «tristeza» por los últimos casos de corrupción conocidos que salpican a miembros del PP de la Comunidad y reclamó dimisiones dentro de la formación popular para que «no se gangrene». Así se manifestó Puig en Castellón tras una reunión con la patronal cerámica después de conocer las informaciones que apuntan al expresidente Francisco Camps como supuesto recaudador de la «caja B» del PPCV. Para Puig deberían producirse renuncias en las filas de la organización popular ante la «concatenación» de casos de corrupción que les acosan y que, según ha dicho, son un «lastre» para el partido y le convierten en alguien «incómodo» a la hora de llegar a acuerdos con el resto de formaciones políticas a la hora de sumar apoyos para formar Gobierno.

«Me parece lamentable que continuemos saliendo en todos los medios de comunicación nacionales por estas cuestiones, pero lo peor no es que salgamos, sino que ha pasado, y entre todos lo que tenemos que hacer es levantar esta hipotecada reputación», afirmó. El jefe del Ejecutivo valenciano recordó que la Comunidad «no tiene nada que ver con los corruptos que la han gobernado durante veinte años, eso es una parte ínfima de lo que es esta tierra, una tierra de gente trabajadora, honrada y honesta». Emplazó al PP a «asumir su responsabilidad política en integridad, porque efectivamente aquí no ha habido un caso aislado, aquí ha habido una concatenación sistémica de abuso de poder y de ir dopados permanentemente para concurrir a las elecciones».

«Es muy lamentable, demencial... Que los culpables paguen y nos devuelvan el dinero; lo que deseo es que todo esto no empañe permanentemente el devenir de la Comunidad Valenciana», añadió. Preguntado por la relación del caso Imelsa con la existencia de una supuesta «caja B» dirigida por el exlíder del PP provincial, Carlos Fabra, indicó que todo «estaba completamente interconectado». «Ha habido una situación de corrupción sistémica ligada al PP y hay que depurar responsabilidades políticas. No sé exactamente lo que hay en esas cajas, pero lo que es evidente es que ha habido un partido que ha ido dopado a las elecciones», remató.

Sobre si cree que estos casos de corrupción inhabilitan al PP a la hora de pedir apoyos políticos en España, ha sido tajante: «Es un lastre enorme que tiene el PP». Añadió Ximo Puig que no cree que ningún partido «se sienta cómodo ayudándole a formar Gobierno en este momento» e indicó que el PP «está aislado porque no se ha asumido la responsabilidad política que correspondía, empezando por el propio Rajoy». «Se necesita un cambio en España y pasar página», apostilló Puig, para quien sí debería haber dimisiones en el PP, aunque no ha querido dar nombres y, por eso, instó a los populares a «asumir responsabilidades colectivas». «Hay muchas personas que hace tiempo que no deberían estar en política», aseveró.