La dirección regional del PP ya se ha puesto manos a la obra para «bordear» los Estatutos nacionales del partido y poder celebrar primarias en la elección del nuevo líder popular en la Comunidad. La actual presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ya ha trasladado su propuesta a los tres barones provinciales: José Císcar en Alicante, Vicente Betoret en Valencia y Javier Moliner en Castellón. Les ha pedido que «recluten» a dos letrados de reconocido prestigio de sus respectivas demarcaciones para que estudien a fondo los Estatutos y arbitren un mecanismo que permita dar voto a todos los militantes del partido en el próximo congreso extraordinario.

Fuentes de la dirección provincial de Alicante corroboraron ayer a este diario que habrá primarias sí o sí, aunque todavía está por determinar la fórmula en la que se concretan. La propia Bonig, sin ir más lejos, elevó la presión sobre Génova este pasado viernes y promovió una votación a mano alzada durante la Junta Directiva Regional. La pregunta era sencilla. Se pidió a la cúpula del partido en la Comunidad que se posicionara sobre si quería un congreso extraordinario para desligar la imagen del PP de la corrupción y si se implantaban las primarias para esa cita. La respuesta fue unánime: Sí. Todos los allí presentes la avalaron ante la atenta mirada del número tres del escalafón popular en Madrid, Fernando Martínez Maíllo. El también vicesecretario de Organización dio su visto bueno al congreso extraordinario, aunque eludió valorar la posibilidad de dar voto a los afiliados en la elección del nuevo líder regional. En gran medida, porque los Estatutos nacionales del PP no contemplan esa opción. Al menos todavía. Pero la dirección regional descarta resignarse. «Las primarias no son negociables», zanjó ayer un notable del partido. El presidente provincial en Alicante, José Císcar, trasladó un mensaje muy similar durante la Junta Directiva del viernes. Y según ha tenido constancia este diario, ya se ha puesto en contacto con un destacado dirigente del PP en la Vega Baja para que se encargue de pergeñar la estrategia de las primarias. La idea pasa por contar con seis letrados del partido en toda la Comunidad, que formen un equipo e impulsen un procedimiento que no levante ampollas en la calle Génova. Sobre todo, porque es allí donde se deberá avalar ese procedimiento.

Es no es la única incógnita que mantienen a día de hoy los populares. La otra es cuándo se podrá celebrar ese congreso de «refundación». La clave está en Madrid. Si los grandes partidos consiguen ponerse de acuerdo y forman gobierno, el cónclave extraordinario se celebrará antes del verano. Pero si, por el contrario, se tienen que celebrar de nuevo elecciones generales, esa cita se retrasará de manera irremediable.