PP y PSOE escenificaron ayer que hay ciertos temas donde las ideologías quedan al margen y ponen por encima de todo los intereses generales por los que tanto claman unos y otros. Unas horas antes de que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se reúna con diputados y senadores valencianos para abordar el tema de la financiación autonómica, el jefe del Consell mantuvo un encuentro con la presidente del PP valenciano, Isabel Bonig, para tratar este tema en conjunto. La presidenta popular había condicionado la asistencia a la reunión de los parlamentarios populares a mantener antes una reunión con Puig.

En el encuentro mantenido en la tarde de ayer durante una hora, Isabel Bonig ofreció «el apoyo» de su partido al presidente de la Gobierno valenciano, para reclamar en Madrid el cambio del modelo de financiación autonómica y recalcó que «gobierne quien gobierne». La presidenta del PPCV aseguró que existe «muy buena relación» entre ambos dirigentes y calificó el encuentro de «muy cordial» y afirmó haber salido de su reunión «muy satisfecha». A su vez, fuentes de Presidencia de la Generalitat destacaron también el carácter «muy positivo» de este encuentro. .

La también síndica del PP en las Cortes reiteró el «apoyo» de su partido en materia de financiación «sea el que sea el partido que gobierne», aunque aseguró que seguirá insistiendo en que «el modelo de financiación que perjudica los intereses de los valencianos lo aprobó José Luis Rodríguez Zapatero en 2009». A la vez, reclamó una comisión de seguimiento para conocer cómo van las negociaciones y conversaciones con otras comunidades.

El documento para gobernar que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha presentado establece 2017 como la fecha para cambiar el modelo de financiación, por lo que Bonig ha destacado que habrá que «arbitrar mecanismos para que llegue la financiación antes a la Comunidad». No obstante, ha reconocido que «no será fácil» y lo justificó en que, entre otros motivos, el Gobierno actual está en funciones.

En su encuentro Bonig aprovechó para volver a reiterar su ofrecimiento para «un gran pacto» y animó a Puig a «que se sienta libre y no maniatado para adoptar decisiones en temas trascendentales como el empleo. Nuestro apoyo sin nada a cambio, solo un acuerdo en beneficio de los cinco millones de valencianos».