El acto que organizó ayer el grupo del PP de la Diputación contó con la presencia, para sorpresa de los allí presentes, de Gerardo Camps. El exvicepresidente de la Generalitat y hoy diputado en el Congreso reapareció de forma pública en la jornada del partido unos días después de que haya salido a la luz que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le está investigando en el marco de la operación Taula por haber recibido presuntamente mordidas. Las pesquisas del Instituto Armado apuntan que podría haber cobrado comisiones y que podría haber participado en la trama de blanqueo de capitales que ha puesto patas arriba al PP en la Comunidad.

Este diario trató de conocer ayer su versión, pero Camps declinó realizar cualquier tipo de declaración. «De filtraciones no hablo», se limitó a decir. Dado que es aforado, al parlamentario del PP no se le puede detener, imputar e investigar directamente a no ser que el caso lo asuma el Tribunal Supremo. Justo, lo mismo que ocurre con la ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá.