En poco más de una semana, la Generalitat Valenciana tomará el control del presupuesto de las tres diputaciones de la Comunidad en materia de turismo y grandes eventos. Este intento de atar en corto a las instituciones provinciales, reduciendo sus competencias en dos de las áreas de mayor visibilidad, se oficializará con la firma de dos decretos prevista para el pleno del Consell del viernes de la próxima semana.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fue el encargado de anunciar ayer en la sesión de control de las Cortes la aprobación inmediata de estos dos decretos dentro de una respuesta al nuevo síndic de Ciudadanos, Alexis Marí, sobre «estructuras administrativas innecesarias». El socialista Puig defendió que la «coordinación» entre la Generalitat y las diputaciones -dos en manos del PP y una, Valencia, presidida por el PSPV- sobre turismo es necesaria, pues «no es razonable» que cada uno «vaya a la suya». Y sobre los grandes eventos sostuvo que hay muchos acontecimientos deportivos y «no puede ser» que haya «una especie de competición perversa entre las instituciones».

Más allá de las palabras de Puig en las Cortes y del intento de fuentes de Presidencia de la Generalitat de subrayar la importancia de estos dos decretos para «optimizar la inversión», la realidad es que, cuando se produzca la firma, las diputaciones perderán competencias y el control del presupuesto en materia de turismo y grandes eventos. A partir de esa fecha, una comisión que en un principio estará integrada por el secretario autonómico de la Agencia Valenciana de Turismo, Francesc Colomer, los directores generales de Turismo, de Administración Local y de Presupuestos, los presidentes de las tres diputaciones (los populares César Sánchez y Javier Moliner, junto al socialista Jorge Rodríguez), entre otras personas, será la encargada de decidir qué eventos son de interés comunitario y cuáles de interés únicamente provincial. De esta decisión dependerá que los citados acontecimientos sean financiados por las tres diputaciones en conjunto o sólo por la diputación de la provincia beneficiada del evento, además de la Generalitat Valenciana en ambos casos. Eso sí, el aporte económico de las instituciones provinciales no será opcional, como ha ocurrido con el programa «Xarxa Llibres», sino que será de obligado cumplimiento.

Así, la citada comisión, donde el Ejecutivo de Puig y Oltra tendrá mayoría, será la que decidirá la inversión en turismo y grandes eventos de las diputaciones, lo que supone un control de la caja y una evidente reducción de las hasta ahora competencias de las instituciones provinciales. «Si la comisión decreta que, por ejemplo, la Volvo Ocean Race es de interés comunitario, las tres diputaciones y la Generalitat tendrán que financiar el evento. En cambio, si determina que es de interés provincial, sólo aportarán dinero la Diputación de Alicante y la Generalitat. Y así en otros eventos de la Comunidad», explicaban ayer desde fuentes de Presidencia. En una semana, los decretos se firmarán en el pleno del Consell.