El pleno de las Cortes aprobó ayer una moción del grupo popular -con los votos a favor del PP y de Ciudadanos y la colaboración con una abstención de Podemos- por la que se insta a la Generalitat a crear una comisión de seguimiento que revise los 202 nombramientos de altos directivos de la conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública. El PSPV y Compromís han votado en contra, pero no han sumado los apoyos suficientes para rechazar esta iniciativa. La propuesta, impulsada por el grupo parlamentario popular, emplaza al Consell a crear un órgano que analice todas las fases que conllevan las designaciones de directivos en Sanidad y que estaría compuesta por el director general de Recursos Humanos y Económicos, un diputado de cada formación política y un representante sindical.

En la moción también se reclama que se publique en el Portal de Transparencia de la Generalitat la situación en la que se encuentra cada uno de los procedimientos establecidos para la designación de los altos cargos de Sanidad. Igualmente propone crear un registro de los nombramientos del personal directivo de las distintas consellerias y empresa públicas. Este registro, según se concreta en la iniciativa aprobada, deberá estar adscrito a la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Civil, Participación y Cooperación. Por su parte, la Generalitat deberá remitir, con carácter anual, a los miembros de la Comisión de Coordinación de las Cortes un listado que recoja los nombramientos efectuados durante el período con toda la información que proporcione el registro.

El coordinador de política social del PP en las Cortes, José Juan Zaplana, encargado de defender esta moción, denunció el «enchufismo» en los nombramientos que se están produciendo en los distintos departamentos de salud de la Comunidad por parte de la consellera del ramo, Carmen Montón. «No se informa de los procedimientos de provisiones de plazas, sin informar ni siquiera a los propios candidatos, menoscabando los derechos de los profesionales a recurrir, impugnar o simplemente conocer cuáles han sido los criterios para dichas conclusiones», explicó el parlamentario alicantino. Para el diputado del PP, «la consellera Montón se ha inventado un procedimiento lleno de puertas giratorias, donde excargos socialistas ahora ocupan a dedo puestos de dirección y donde se ha ninguneado a muchísimos profesionales, unos despidiéndolos y otros mintiéndoles diciendo que se iban a hacer procesos de selección inexistentes». A su juicio, «todo esto no es otra cosa que un paripé, donde se premia la filiación política del aspirante. Es una agencia de colocación».

La moción contó con el apoyo de 40 diputados del PP y Ciudadanos, el voto en contra de 36 del PSPV y Compromís presentes en el hemiciclo, la abstención de los 12 escaños de la bancada de Podemos y un voto nulo, por lo que quedó aprobada ante la sorpresa de muchos, incluido el presidente de las Cortes, Enric Morera, quien empezaba a anunciar que la propuesta quedaba rechazada. La aprobación de la propuesta del PP generó tensión y un visible malestar hacia Podemos desde los grupos del PSPV y Compromís, incluido el de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, presente en el hemiciclo. La polémica conllevó que al término del pleno se quedaron hablando en los escaños diputados de las formaciones de izquierda.

Los parlamentarios de Podemos en las Cortes justificaron su abstención en la moción del PP toda vez que, en su opinión, «los cargos públicos no pueden estar al albur de criterios que favorezcan políticas clientelares de partido».

Tras la votación, los parlamentarios de Podemos destacaron su defensa de «la profesionalización de la administración y la reducción de los puestos de libre designación», así como de «un código ético estricto en cuanto al nombramiento y desempleo de los cargos públicos». «Los cargos públicos no pueden estar al albur de criterios que favorezcan políticas clientelares de partido», subrayaron desde el grupo parlamentario de la fórmación del círculo.