El presidente de la Diputación, el popular César Sánchez, cargó ayer con dureza contra el decreto de competencias turísticas y control presupuestario que ultima el Consell por considerar que «invade competencias» de la institución provincial y pretende «acabar» con marcas ya consolidadas en el sector como Costa Blanca. Un día después de que Sánchez anunciara que está dispuesto a llevar a los tribunales el decreto de la Generalitat, los cuatro grupos de la oposición -PSPV, Compromís, Ciudadanos y EU- tuvieron ocasión de evidenciar su nueva predisposición al diálogo y aplaudieron la iniciativa de coordinación turística del Consell. Ciudadanos y EU fueron aún más lejos cuando vieron en este decreto un primer paso para la desaparición de las diputaciones que defienden sus partidos.
El presidente de la Diputación no quiere injerencias ni en el control presupuestario ni en la política turística y calificó de «inaceptable» el proyecto del Ejecutivo autonómico. César Sánchez cargó las tintas contra el presidente de la Generalitat, Ximo Puig porque, «junto a sus socios radicales, Compromís y Podemos, quieren liquidar la provincia de Alicante y consumar el fin de las diputaciones».
«Además», agregó Sánchez, «con este decreto quieren acabar con el destino Costa Blanca y con el de Benidorm, marcas que han sido una referencia internacional durante las últimas décadas en la promoción turística de nuestra provincia y de nuestro territorio».
El presidente de la Diputación considera «inaceptable que, bajo el relato de la coordinación, se quiera, con centralismo, acabar con la marca Costa Blanca», al tiempo que tildó de «invasión de competencias» los planes de la Generalitat. «No vamos a permitir que con el dinero de los impuestos de los alicantinos que un socialista, desde un despacho en Valencia, decida el futuro de la provincia de Alicante y la promoción de la marca Costa Blanca, porque detrás de ella hay mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucho sacrificio de numerosos empresarios de la provincia. No permitiremos que se tire por la borda todo ese trabajo», enfatizó.
Por su parte, el portavoz socialista en la Diputación y alcalde de Xàbia, José Chulvi -muy alejado de las críticas al decreto por parte del secretario provincial del PSPV, David Cerdán-, calificó de «muy positiva» la iniciativa del Consell «porque se basa en la coordinación y la colaboración necesaria entre la Generalitat, la Diputación y los ayuntamientos, a la que también deben sumarse los municipios y la iniciativa privada». Chulvi rechaza la tesis de «la invasión de competencias» esgrimida por Sánchez, a la que se refirió «como una pataleta o manera de visibilizar su oposición al Consell, en lugar de trabajar por los municipios de la provincia y gobernar». A su juicio, marcas de referencia como Benidorm y Costa Blanca «no corren ningún peligro porque ya están más que consolidadas y la Agencia de Turismo puede ayudar a que tengan aún más visibilidad».
A su vez, el portavoz de Compromís, Gerard Fullana, elogió el decreto del Consell para reestructurar las competencias turísticas como parte de la estrategia «para reordenar los gastos y aumentar la eficacia de la administración pública». Fullana también se refirió a la iniciativa como «una mala noticia para aquellos [en alusión al PP] que quieren mantener las diputaciones como cortijos de privilegios y partidismo».
Para Fernando Sepulcre, portavoz de Ciudadanos y hasta el pasado día 3 socio de gobierno del PP, «la medida es positiva porque ayuda a adelgazar las diputaciones y cumple con nuestro objetivo de cerrar las diputaciones, aunque no permitiremos que se olvide la potencia turística de Alicante».
En la misma línea, la portavoz de EU, Raquel Pérez, abogó por el traspaso de competencias de la Diputación a la Generalitat «para evitar duplicidades y avanzar hacia la eliminación de las diputaciones, que son entidades obsoletas en pleno siglo XXI».
