En cualquier equipo u organización, incluidas las de tipo criminal, hay piezas clave en el engranaje que sin embargo carecen del brillo que dan los focos, los cargos o la notoriedad social. En la trama Avialsa destaca una de esas figuras de perfil bajo, pero relevancia alta para que todo salga rodado. Se llama Emilio Máñez Domínguez, fue teniente de alcalde de Quartell y presidente del PP de ese pequeño municipio del Camp de Morvedre.

Máñez tiene una empresa de excavaciones, pero su actividad económica tiene más calado. Está considerado por la UDEF de la policía judicial «conseguidor» y «pieza esencial» en la trama para mover hilos en ayuntamientos en los que se hicieron negocios urbanísticos. Entre ellos, el de Alfara d'Algímia y el suyo propio, Quartell. Fue quien casó en una UTE a la empresa Avitractor, de Vicente Huerta al que conoce desde hace años con Consroca, para que se le adjudicara el PAI Nova Alfara. Por su intervención en la venta a Prodaemi cobró 450.000 euros camuflados en un documento de «reconocimiento de deuda» que no era sino una «comisión ilícita no declarada».

La UDEF relata todas las gestiones que hizo, algunas de ellas en Quartell junto con el alcalde Huguet mano derecha de Castellano y al que colocó en Avialsa para sacar beneficios de un plan urbanístico en su municipio. En Alfara, Máñez participó en la empresa de promoción inmobiliaria Nova Osmond en el segundo PAI y «de forma sorprendente», según la investigación. Entró junto con otros detenidos en la operación policial de mayo, caso del ingeniero Ignacio de Julián, testaferro del exjefe de Aviación Civil, Salvador Alepuz, como avanzó este periódico el pasado mes de junio. La UDEF descubiró que a Alepuz le otorgaron poderes notariales en ese PAI. Máñez enajenó sus participaciones en Nova Osmond a favor de Miguel Ángel Sanjosé, también dueño de Prodeami. Precisamente esta empresa fue beneficiada por el Ayuntamiento de Quartell, gobernado por Huguet y Máñez, con un convenio para la cesión de terrenos de forma gratuita para desarrollar un plan urbanístico. La reparcelación se aprobó en agosto de 2006, pero la empresa entró en concurso de acreedores. En esas circunstancias, el hijo y la hija de Máñez adquirieron sendos áticos.

Huguet y Máñez también compraron una vivienda unifamiliar cada uno a Jedoman, que urbanizó en Quartell. Máñez era, además, el encargado de adquirir la munición de las cacerías con dinero de Avialsa en Peña Armes Sports de Sagunto. Huerta le regaló a él y a su hijo cinco rifles y escopetas. «He ido alguna vez, una, dos o tres veces» de cacería con Huerta, «igual que él ha venido a mi finca de Pozo Cañada», declaró a este dario el 31 de mayo, cuando la trama urbanística afloró en estas páginas.