El plan inicial pasaba por contar con el definitivo visto bueno de la dirección regional a finales del pasado mes de enero para poner en marcha cuanto antes la gestora que liderará el PP en Alicante, con el objetivo de que el condenado e inhabilitado Juan Seva no pasara a liderar el partido en ese turno rotatorio que hasta la fecha ha funcionado entre los populares de Alicante. Sin embargo, la corrupción investigada en la «Operación Taula», derivada del Caso Imelsa, lo paralizó todo. «La prioridad de la dirección regional está ahora en la ciudad de Valencia», sostienen desde el PP de Alicante. Y es que la agrupación local en el Cap i Casal está a día de hoy disuelta y, por tanto, sin nadie al frente. El calendario de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, prevé que la próxima semana se elija a la gestora que dirigirá el PP de Valencia a partir de ahora, después de que el juez esté investigando -la anterior figura del imputado- a concejales, exconcejales y cargos y excargos locales por la supuesta financiación ilegal del partido en la ciudad de Valencia.
Cuando se solucione esa crisis le llegará el turno del PP en Alicante, también inmerso en su particular rompecabezas para evitar que el exconcejal Juan Seva, inhabilitado por la gestión del Lucentum, tome el mando de la dirección local, un cargo que le correspondería dentro de la presidencia rotatoria que rige al partido a nivel local en Alicante. Además, su «número dos» en la dirección sería Marta García-Romeu, muy marcada por su estrecha amistad con la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo. La exedil, al igual que Seva, preside a día de hoy una de las cinco juntas de distrito de las que rotatoriamente han ido saliendo los últimos dirigentes locales del PP en Alicante. Las otras tres están en manos de Luis Barcala (reciente portavoz municipal), Ginés Lifante (actual presidente local) y Mari Ángeles Goitia (concejala en Alicante).
A finales del pasado mes de enero, este diario ya avanzó la hoja de ruta diseñada por los dirigentes populares en la ciudad, avalada por la dirección provincial y a expensas del «OK» de Bonig y del resto de la dirección regional. El exedil Seva, inhabilitado durante dos años para administrar bienes ajenos por la gestión del Lucentum, ya tenía decidido hace semanas dar un paso atrás, renunciando a dirigir el PP en Alicante y evitando así que la polémica vuelva a afectar a la sede de los populares alicantinos. Su decisión, además, se acompañaba con la propuesta de que un «sabio» del partido -es decir, un histórico del PP que ya esté lejos de la primera fila política- tomase el mando de la formación popular durante al menos un año. El nombre definitivo del «sabio» aún no está decidido, aunque son varios los candidatos que están sobre la mesa.
En un primer momento, el todavía presidente local, Ginés Lifante, tenía previsto convocar la Junta Local el pasado 1 de febrero en la sede popular en la avenida Salamanca de Alicante. Una cita que se aplazó dos días hasta el miércoles y que, finalmente, no llegó a celebrarse tras saltar por los aires la «Operación Taula», que ya afecta a medio centenar de cargos y excargos del PP en Valencia. A finales de enero, el PP disolvió la agrupación valenciana y anunció una gestora para el partido.
Cuando la propuesta de Seva se apruebe por la dirección regional, se someterá después a votación de los aproximadamente ochenta miembros de la Junta Local en Alicante. Ahí se planteará que la gestora esté compuesta por los cinco presidentes de junta de distrito y una veintena de militantes que abarquen las sensibilidades del partido. En esta gestora, la idea inicial es que no figuren cargos públicos excepto los dos concejales -Barcala y Goitia- que a día de hoy dirigen sendas juntas de distrito.
