El PP mantuvo ayer a Rita Barberá en la Diputación Permanente del Senado, por lo que la exalcaldesa de Valencia -acosada por las investigaciones de la «operación Taula» que afectan al grupo municipal del PP en la capital autonómica- mantiene sus derechos y prerrogativas y no perderá el aforamiento en el caso de que se disuelvan las Cortes Generales por una nueva convocatoria de elecciones legislativas.

Según confirmaron fuentes del grupo parlamentario, Barberá formará parte como suplente de este órgano del Senado, que es el que da continuidad al Parlamento entre periodos de sesiones y entre legislaturas. Está compuesto por 35 miembros que conservan la condición de senadores aún después de expirado su mandato o disuelta la Cámara.

El PP ha dejado finalmente a Barberá sin la presidencia de ninguna comisión, después de que le concediera la de la Comisión Constitucional en la pasada legislatura, tras llegar desde Valencia al perder la alcaldía de la capital autonómica.

Sí ocupará escaño como vocal en dos comisiones, precisamente la Constitucional y también la de Economía, además de tener plaza en la Diputación Permanente. Todos estos órganos se constituyeron ayer. Barberá se ausentó en la primera sesión de ambas comisiones. Tal y como estaba previsto, el senador del PP Juan José Lucas fue elegido nuevo presidente de la Comisión Constitucional de la Cámara alta, puesto que al final de la pasada legislatura ocupó la exalcaldesa, a quien el PP pidió el pasado lunes que diese un «paso atrás» y no optase de nuevo al cargo.

PP: «No hay protección especial»

El portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, defendió ayer la presencia de la senadora autonómica y exalcaldesa en la Diputación Permanente y aseguró que «no supone ningún tipo de protección especial o añadida».

«Rita Barberá es en este momento una senadora que no está siendo investigada por ninguna instancia judicial», recalcó Barreiro, quien precisó que si en algún momento se abre una investigación sobre ella, se remitirá al Tribunal Supremo.

El portavoz del PP justificó su inclusión en este órgano en que es una senadora más del grupo parlamentario popular, que ha considerado «conveniente» que forme parte de él «y nada más». «No creo que para cada una de las distintas personas que conforman la Diputación Permanente o una u otra comisión haya que buscar un argumento especial», afirmó.

Por su parte, la secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, consideró que el «blindaje» judicial de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá en el Senado supone «dar pasos en la dirección contraria» a la lucha contra la corrupción.

En los pasillos del Congreso, Batet puso de relieve que hechos como éste evidencian que el PP tiene «un problema con la corrupción», lo que a su vez supone «uno de los problemas para que siga gobernando España». A su juicio, el partido de Mariano Rajoy debería hacer «una reflexión interna», «cambiar las actitudes» respecto a la corrupción, que, según dijo, es «un clamor social, y dejar de dar pasos en la dirección contraria».

A su vez, los senadores de Compromís Carles Mulet y Dolors Pérez destacaron que el mantenimiento de Barberá por parte del PP en la Diputación Permanente del Senado es un «insulto» a todo su electorado y a las instituciones democráticas.

Según indicó la formación política en un comunicado, dejarla como suplente «es querer que mantenga todos los privilegios, pero ocultando parcialmente esta situación, ya que el reglamento del Senado ofrece a los suplentes la misma situación económica y aforo que a los titulares».

Al respecto, Compromís recuerda que, en caso de no configurarse gobierno e ir a nuevas elecciones, durante la disolución del Senado, «Barberá continuará gozando de toda la cobertura y los privilegios».