El presupuesto que dedica el Ayuntamiento de Xàtiva a garantizar el abastecimiento de agua potable de la población se disparó en 2014 por las obras emprendidas para la remodelación de un importante tramo del canal de Bellús, así como de las fugas detectadas en la parte más obsoleta de la infraestructura. El consistorio tuvo que pagar facturas por valor de 322.338 euros a la empresa semipública Egevasa, correspondientes a la cuota de consumo del depósito que posee la sociedad provincial en la Bola. El consistorio de Alfonso Rus quiso compensar las necesidades de caudal padecidas a raíz de los trabajos que pusieron patas arriba la red municipal de agua.

Se produjo de este modo la paradoja de que, pese a los excedentes existentes en el manantial de Bellús, que según los técnicos tenía suficiente capacidad como para multiplicar por tres el consumo de los vecinos, el desembolso del ayuntamiento en la compra de agua se triplicó respecto a la facturación media de Egevasa en los años anteriores. El depósito de la Bola se creó para garantizar el adecuado suministro del agua potable de diversos sectores de nueva urbanización ubicados en el ensanche de la ciudad de la Costera.

A raíz de los imprevistos surgidos durante el transcurso de las obras del canal, que costaron más de 1,2 millones, la corporación ejecutó una actuación para interconectar el sistema de Egevasa con la red municipal. Sin embargo, los técnicos habrían reparado en las deficiencias en la forma de acometer el proyecto de la obra, circunstancia que en parte explicaría el espectacular incremento del coste.

En 2011 el consistorio dedicó 94.772 euros a sufragar la cuota de consumo del depósito de la Bola y en 2012 la cantidad se elevó a los 111.591 euros. En 2014 la suma de las facturas presentadas por Egevasa superaron los 300.000 euros.

El consistorio pagaba a Egevasa a razón de 0,22 euros el metro cúbico de agua empleado.