La sorpresa en el día de ayer fue ver acudir al juzgado al exconcejal del PP Miguel Domínguez. Él mismo confesó que había entregado esos mil euros al partido para las últimas elecciones y por eso estaba en la lista de la Guardia Civil, pero en la actualidad es diputado en las Cortes Valencianas y por tanto es aforado. En consecuencia, su presencia formó cierto revuelo, porque si la Guardia Civil puede citar a personas con este privilegio, se abre la posibilidad de citar también a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que es aforada también por su condición de senadora.

Al final, todo fue un error. Nada más llegar, la Guardia Civil conoció el aforamiento de Miguel Domínguez y lo mandó a su casa con la apostilla, según confesó el mismo a los periodistas, de «ya le llamaremos otro día».

Y claro, eso también dio que hablar, pues cabe la posibilidad de que la Guardia Civil pida el suplicatorio para Domínguez y que también lo haga para Rita Barberá, incógnita que sigue sin despejarse hasta que haya un pronunciamiento judicial.

Por lo demás, el exconcejal admitió haber entregado dinero al partido para la última campaña. «Yo ayudo a todo el mundo -dijo-, a las ONG que me lo piden y lógicamente a mi partido», aseveró antes de abandonar la Comandancia valenciana de Patraix a la espera de una próxima citación sin fecha todavía.