No fue premeditado, pero ni adrede el Consell podría haber elegido un día mejor para sacar partido de su nuevo portal de transparencia, una herramienta que fue presentada como un «cortafuegos», un «antídoto» contra la corrupción. El contraste entre un pasado marcado por la opacidad y los asuntos turbios y una nueva etapa en la que la transparencia está al alcance de un clic fue lo que ayer trató de poner en valor el nuevo Ejecutivo en un acto protagonizado en el Palau de la Generalitat por la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, y el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz.

Con la operación Taula como telón de fondo, el conseller presentó el nuevo portal de transparencia de la web de la Generalitat cuyo objetivo, dijo, es ofrecer la información de forma más sencilla y accesible. Con todo, más allá del nuevo diseño, el renovado portal no ofrece muchos más datos de los que eran accesibles hasta ahora.

La novedad principal es la información sobre los viajes de altos cargos y la promesa de que en breve se dará la relación de las subcontratas y se difundirá de una manera más comprensible los gastos de caja fija. Hasta ahora estos pagos (que responden a gastos de comidas, taxis, etc) se cuelgan en la web, pero no es posible hacer búsquedas que permitan identificar el alto cargo y el gasto. También se incorpora una apartado para las empresas públicas (aunque todavía está vacío de contenido), al tiempo que Transparencia ha activado una ventana para el acceso público a la información. Según la directora general de Transparencia, Aitana Mas, los ciudadanos podrán solicitar cualquier tipo de información a través de este apartado. Transparencia hará de mediador entre las conselleries para que den respuesta. Y según Alcaraz en un tiempo máximo de un mes la Generalitat responderá. Alcaraz, reconoció que implantar la cultura de la transparencia es un proceso costoso, y que ha tenido que sentarse con muchos responsables para avanzar en este asunto. «Estoy contento», dijo el titular de Transparencia. En realidad, son conocidas las resistencias entre los altos cargos a la hora de desnudarse ante la ciudadanía. Muchos ni si quiera han facilitado el currículum. Algunos ni su fotografía.

Mònica Oltra, por su parte, aprovechó su intervención para subrayar que la operación Taula no es un caso aislado, sino «una cuestión estructural ligada al PP que lo inhabilita para gobernar en cualquier institución, incluido el Gobierno de España». Para Oltra lo ocurrido refleja «hasta qué punto la corrupción se instaló en las instituciones» y acusó al PP de perpetuarse en el poder, en gran medida, a través de estos presuntos casos de corrupción.

La vicepresidenta reconoció que con casos como el de Rus es complicado desvincular corrupción de la C. Valenciana. «La corrupción es el PP, sus dirigentes, no de los valencianos». «El PP durante años se ha envuelto de la bandera, ha cogido la Senyera y lo que ha hecho es tirarla por el fango y pisarla», apostilló. Añadió que se ha quedado «sin saliva de decir que la corrupción no es una cuestión valenciana, es una cuestión del PP», apostilló.

Frente a esta manera de ejercer el poder, Oltra citó el pacto del Botànic y el compromiso de regenerar la vida política, un reto para el que dijo la transparencia es clave. «El control es aliado de los gobiernos. Se acabó el tiempo de ir a los tribunales para obtener información», indicó. Oltra citó a la filósofa Adela Cortina para reclamar la ética frente a la cosmética.

Observatorio de la Ciudadanía

Por otra parte, el conseller Alcaraz se reunió el pasado martes con una delegación del Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción, que le planteó varias propuestas para «un control y transparencia más exhaustivo de las distintas administraciones». Entre esas propuestas figura la de habilitar líneas de colaboración y protección de los funcionarios de habilitación nacional y, de manera especial, de los interventores municipales.