Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ciegsa construyó en la provincia con graves fallos y sobrecostes cuando la dirigía Máximo Caturla

Se ejecutaron bajo el mandato del cabecilla del «caso Rus» numerosas obras en centros alicantinos

Grietas a consecuencia de la escasa cimentación o, por contra, materiales de lujo que encarecen la obra y poco aportan a un centro escolar. Son algunas de las características de los centros escolares adjudicados en la provincia de Alicante por Ciegsa, la empresa pública encargada de construir los colegios e institutos durante el mandato del PP, y más concretamente en el periodo que la dirigió Máximo Caturla (2004 a 2007), ahora detenido por la Guardia Civil en la operación «Taula» y hombre de confianza de Alfonso Rus, principal «cabecilla» de la trama Imelsa.

En concreto, el colegio Nuevo San Gabriel de Alicante, adjudicado por 4,6 millones de euros, sufrió un singular retraso de partida por las protestas de los padres, que finalmente lograron que el proyecto incluyera más aulas para cerca de medio millar de alumnos. Abrió la era de las construcciones en apenas unos meses porque se trataba de módulos ya fabricados que se trasladaban montados sobre el terreno. El San Gabriel fue el primero de los «centros públicos exprés» de la Comunidad, así anunciado por el Consell del PP como la solución ideal ante el evidente déficit de centros escolares y la proliferación de aulas prefabricadas en la provincia.

Pero a los tres años de estrenar estos módulos industrializados surgieron las primeras grietas y en la actualidad, siete años después de haberse abierto, ya cabe la mano de un adulto en ellas como demostraba una de las integrantes de la AMPA ayer mismo ante este diario.

La propia asociación de padres decidió cerrar el gimnasio hace un año porque teme por sus hijos, y técnicos municipales de la concejalía de Atención Urbana aseveran que todo es fruto de la falta de cimentación. Por acabar antes, se ahorró en cimentación. Los técnicos subrayan que no se hizo lo profunda que debía, con menos espesor del que es necesario, y los pilotes no llegan a un sustrato seguro. Lo llaman «defectos de construcción» desde su origen.

También resulta paradigmático el colegio Benalúa, adjudicado asimismo por Ciegsa durante el mandato de Caturla por 4,5 millones de euros pero cuyo coste final sufrió un aumento de hasta el 37,83%, uno de los sobrecostes más sonoros que han caracterizado las obras escolares gestionadas por la citada empresa pública en la provincia.

Hasta 10 años permanecieron los alumnos del Benalúa en barracones para poder contar con un centro nuevo, del que los vecinos temen llegar a ver salir cualquier día nidos de roedores, por el hueco que se dejó en el sobresótano, como destacó ayer una de las asociaciones más emblemáticas de la zona.

También caracterizó a las obras escolares del momento el empleo de materiales costosos impropios de un recinto educativo, o bien diseños poco prácticos para el día a día de la enseñanza. Suelos de resinas en lugar de pavimentos e incluso pladur en los pasillos frente al práctico alicatado, tal y como han advertido los técnicos municipales de Alicante tras las primeras visitas que han hecho a los centros desde que entró a gobernar el tripartito para comprobar su estado. «Se construyeron ferraris y son muy costosos para mantener», indicaron a preguntas de este diario.

Elche, Alcoy y Benidorm

Mientras, en Elche la Generalitat invirtió unos 53 millones de euros con proyectos encargados a Ciegsa entre 2004 y 2007. Concretamente, se hicieron los centros CP Mercé Rodoreda (1,1 millones), CP Clara Campoamor (5,5), CP Mestre Canaletes (2,9), IES Misteri d'Elx (10,2), IES Nit d'Alba (8,6), Escuela Oficial de Idiomas (4,7), IES Joanot Martorell (7,4), IES La Hoya (5,7 ) e IES Torrellano (6,8). Varias de estas inversiones fueron polémicas, ya que la redacción de los proyectos no la asumieron técnicos de Ciegsa, sino que se encargó a despachos de arquitectura externos elevando su coste. Además, se puso en duda que a la hora de diseñar proyectos como los del IES Misteri d'Elx o el IES Nit de l'Albà se optase por edificios de «diseño» más costosos que si se hubiesen planteado inmuebles funcionales. Sonada fue, por otro lado, la elección de mármol procedente de Italia para la entrada del IES Joanot Martorell.

En Alcoy, la reforma y ampliación del IES Cotes Baixes se licitó por 700 millones de pesetas en 2001 y se terminó en 2004 con un coste de 6 millones de euros. El cambio de moneda «disparó» la inversión, pasando de lo que en teoría eran 4,2 millones a los 6 definitivos. La intervención fue de magnitud, prácticamente hizo el centro nuevo, y obligó a colocar «prefabricadas» en un terreno justo enfrente.

De los 11 centros de la Marina Baixa que fueron construidos y ampliados entre 2004 y 2007, uno de los más importantes fue el IES Mediterrània de Benidorm, sobre todo por el coste de su licitación, que ascendía a 8,1 millones de euros, precio que al final tuvo un sobrecoste de un 12,96%, según el informe de intervención del Consell sobre Ciegsa. La primera piedra se puso en noviembre de 2002 y la intención era acabarlo en 2003, pero su construcción se dilató durante casi cuatro años. El PSOE calificó entonces a Ciegsa como el «lado oscuro» de la Generalitat.

Por otra parte, ayer mismo, la Consellerias de Educación y Hacienda trasladaron a la Fiscalía el informe definitivo de la Intervención General de la Generalitat que constata los sobrecostes de los centros construidos por Ciegsa.

En esta información también han colaborado J. A. Mas, M. Candela y A. Mercader.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats