El caso Rus estalló ayer como una bomba de racimo con epicentro en Xàtiva. Los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) pusieron patas arriba la ciudad siguiendo la pista de la supuesta red de comisiones y blanqueo destapada con la macrooperación «Taula». El hombre que más poder atesoró en la capital de la Costera durante 20 años, Alfonso Rus, permaneció ayer retenido más de 13 horas mientras los investigadores registraban sus empresas, su casa y la sede del CD Olímpic, el club de fútbol que presidió durante 9 años.

El expresidente del PP y de la Diputación de Valencia salió de su domicilio a las 15.20 horas. Ocupaba la parte trasera de un turismo blanco e iba acompañado de tres agentes y el Fiscal Anticorrupción, Vicente Torres. Una multitud de periodistas y curiosos aguardaban al exalcalde a las puertas del garaje, donde diversos vecinos le recibieron con gritos de «ladrón» y «corrupto». La escena se produjo después de más de 7 horas de registro en la vivienda de Rus, ubicada en plena Albereda de Xàtiva, una zona céntrica y bulliciosa especialmente ayer, día de mercado ambulante. Según indicaron fuentes municipales, el exalcalde había sido detenido a primera hora de la mañana en la sede de la empresa de muebles de la que es propietario y que habría inspirado el nombre de la operación policial.

Las oficinas de FDM, SL, en el polígono, también fueron objeto de un minucioso registro policial. Agentes de la Guardia Civil pasaron todo el día custodiando la nave. Una vez Rus investigado por prevaricación, cochecho, blanqueo, malversación y tráfico de influencias abandonó su casa por la tarde, fue de nuevo conducido en compañía del fiscal a la fábrica de FDM, donde la UCO extrajo abundante documentación. Los registros se prolongaron hasta bien entrada la noche. Al cierre de esta edición, las informaciones apuntaban a que el exalcalde dormiría en el calabozo, a la espera de declarar ante el juez.

La investigación de la Fiscalía señala presuntamente a la sociedad de muebles como una pieza clave dentro del entramado empresarial articulado para desviar dinero procedente de cobros irregulares al extranjero. Los agentes también se personaron ayer tanto en la tienda que FDM posee en una de las calles más comerciales de Xàtiva como en Modas Russini.

El CD Olímpic, en el punto de mira

Otro foco de la macrorredada condujo a los investigadores hasta el campo de fútbol de La Murta, domicilio del CD Olímpic, club del que Rus fue presidente desde 2006 hasta el pasado mes de mayo. Dos agentes de la UCO llegados desde Madrid se presentaron a las 9 de la mañana con una orden de registro de las instalaciones, cerradas y sin nadie dentro. Una trabajadora de la entidad y un concejal del ayuntamiento tuvieron que acudir a la llamada de la Guardia Civil, éste último como responsable de las dependencias municipales.

Agentes de la Guardia Civil, ayer, a las puertas del campo de fútbol de Xàtiva. Foto: Perales Iborra

El club se encuentra bajo sospecha por sus supuestos vínculos con las empresas del caso y con la propia Imelsa. Según ha podido saber este diario, los agentes y una letrada recorrieron hasta el último rincón del campo de fútbol y se llevaron en un caja el contenido de ocho archivadores, un portátil y un lápiz de memoria que contenía un resumen de la contabilidad de la entidad entre 2010 y 2014. Los agentes rastrearon toda la información relativa tanto a Rus como a Enrique Alba y Antonio Camaño, tesorero y expresidente del club respectivamente, también investigados y citados en la causa. Éste último reside en la misma finca que el exalcalde de Xàtiva.

En el campo, los agentes no solo inspeccionaron las oficinas, sino también las gradas, todas las salas incluida la de control antidopping, el depósito del bar, las taquillas e incluso el vestuario del árbitro. Durante el registro intervinieron gran cantidad de documentación y practicaron el volcado de todos los correos y de la información de los ordenadores. Los agentes buscaron contratos de publicidad y obras con empresas asociadas a la trama como Ommega, pero también de otras firmas como Llanera, Franjuán, Inelcom o Guerola. Además, revisaron diversos contratos de jugadores y exjugadores, varios de los cuales han terminado trabajando tanto para la empresa de muebles de Rus como para Imelsa, la firma pública desde la que se habría dirigido la presunta trama.