Compromís se ha situado de nuevo esta semana al borde del precipicio. La imposibilidad de formar grupo parlamentario en el Congreso, ante la negativa de los grandes partidos, PP, PSOE y Ciudadanos, que esgrimieron que permitirlo vulneraba el reglamento, hizo trizas la alianza electoral con Podemos menos de un mes después de las elecciones y puso en un brete otra vez a la coalición.

Las diferencias entre los partidarios de un mayor acercamiento a la formación de Pablo Iglesias y aquellos que prefieren mantener la coalición como una marca valenciana autónoma sin convergencias con plataformas estatales han vuelto a emerger y la tensión entre las dos almas de Compromís se ha recrudecido esta semana.

Lo que para el Bloc es imposible, para Iniciativa queda al alcance de la mano. Ya ha ocurrido otras veces. Compromís es una coalición de tres partidos, el histórico Bloc Nacionalista Valencià; Iniciativa del Poble Valencià, una escisión del sector más nacionalista de Esquerra Unida; y el minoritario Verds Equo.

No es la primera vez que se enfrentan a un cisma estos colectivos abocados a la tensión constante dentro de una asociación que ahora les une. De hecho es la tercera vez que ocurre en poco más de un año.

En octubre de 2014, el complicado alumbramiento del reglamento de primarias para la elección del candidato a presidente de la Generalitat ya tensionó hasta el extremo Compromís. La hoy vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, llegó a hartarse de las trabas que el Bloc ponía a su candidatura y los impedimentos a la reserva de pluralidad que reclamaba Iniciativa, lo que le llevó a sondear la posibilidad de acudir a las elecciones en solitario, con ella como cartel electoral y sin el Bloc.

El pasado mes de junio y pocos días antes de la firma del pacto del Botànic para formar el Consell, las negociaciones para dar la presidencia a Ximo Puig también pusieron a Compromís en una situación complicada. Iniciativa presionó para apurar las posibilidades de Mónica Oltra de alcanzar la presidencia con la carta de que la suma de escaños de Compromís y Podemos superaba los del PSPV. El Bloc se conformaba con la presidencia de las Cortes y la vicepresidencia del Consell, pero Iniciativa reclamaba manos libres para presionar a Puig. Oltra volvió a ganar el órdago por aclamación una mañana de sábado.

El tercer desencuentro en poco más de un año llegó este martes cuando los diputados de Iniciativa estuvieron cerca de marcharse con Podemos, tras el anuncio de la formación de Pablo Iglesias que aceptaba tener un único grupo en el Congreso, después de haber exigido desde el principio que sus socios valencianos, así como En Comú-Podem y Las Mareas debían tener representación propia.

La vicepresidenta tiene estos días la sensación de que esta vez el Bloc le ha ganado la mano. La falta de apoyo de Iglesias le ha hecho perder la partida del grupo parlamentario, en el que confiaba, y su imagen se ha visto debilitada.

Compromís es una marca electoral de éxito que ha alcanzado cotas de poder impensables hace sólo dos años y en la que el Bloc ostenta el poder político con la mayoría de los militantes y el tejido municipal, pero en el que Iniciativa, liderada por Oltra, tiene la hegemonía mediática y social dentro de la propia coalición. Su futuro ahora se antoja, cuanto menos, incierto.