«Las investigaciones están confirmando que las amistades peligrosas entre Castedo, Alperi y Ortiz eran letales y han salido muy caras para la ciudad. Todas las noticias e informaciones judiciales están confirmando esto». Así se refirió el portavoz del tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Alicante, Natxo Bellido, a la confesión del empresario Ricardo Fuster en una carta a la Fiscalía reconociendo que pagó el viaje del exalcalde Alperi a Creta con dinero que le dio un gerente del empresario Enrique Ortiz. En su opinión, esto revela que «Alicante tenía amo y que se gobernaba en connivencia. Cada vez hay más indicios de esas prácticas y de decisiones públicas que siempre beneficiaban a los mismos».
El alcalde, Gabriel Echávarri, prefirió en cambio no hacer valoraciones y dijo que el gobierno local trabaja «para que Alicante deje atrás la imagen negativa que arrastrábamos. No hablamos de pasado. Vamos a hablar de futuro y eso es lo que estamos haciendo en Madrid coincidiendo con Fitur», declaró.
Por contra, el secretario general del PSOE en la provincia, David Cerdán, consideró que ésta es la «constatación de que se ha mezclado el interés privado con el dinero público. Algo que siempre termina perjudicando a los ciudadanos».
Por su parte, el portavoz del grupo municipal del PP, Luis Barcala, destacó el respeto absoluto de su partido a la justicia y al procedimiento. «Hace tiempo que venimos sosteniendo que quien la hace la paga, y por tanto nos remitimos a la labor que realizan los jueces».
