Golpe de efecto de la popular Bonig en las Cortes, aunque sin éxito aparente. La presidenta regional del PP, Isabel Bonig, tendió ayer la mano al presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, al brindarle «el apoyo y el compromiso» de los populares para garantizar la «gobernabilidad y la estabilidad» de la Comunidad, frente a la «radicalidad» que le exigen a este sus socios de gobierno, en referencia a los otros dos firmantes del Pacto del Botánico, Compromís y Podemos.

Bonig aprovechó la primera sesión de control del año en las Cortes para, en lugar de formular la pregunta anunciada al presidente Puig sobre las repercusiones de la situación política nacional en la gobernabilidad de la Comunidad, realizar este ofrecimiento fuera de todo guión previsto, al que se mostró convencida de que también se sumará Ciudadanos.

Ximo Puig, recibida la oferta, lamentó que el PP haga un planteamiento de «segregación de una parte» y conminó a trabajar para todos, «pero sin eliminar a nadie», es decir, siguiendo con sus actuales socios de gobierno. «Usted lo que plantea es que, de momento, se haga una especie de cordón sanitario para eliminar a una parte de la sociedad», afirmó Puig, recogiendo una expresión más que usada contra el PP durante las recientes campañas electorales.

El presidente Puig aseguró que, realmente, lo que plantea el PP es «otra cosa», y manifestó que acepta «absolutamente» el reto de trabajar juntos y de llegar a acuerdos, como ha sucedido con la financiación y se hará con la educación, porque «ese es el talante». Eso sí, Puig rechazó dejar en el camino a sus actuales socios de gobierno para llegar a otro pacto con el PP.

Bonig, pese al «no» de Puig, insistió en que, ahora que se avecinan «tiempos difíciles» en el horizonte, Puig deberá tomar decisiones «duras» y «complicadas», por lo que debe sentirse «libre de ataduras», para lo cual le ofrece el compromiso del grupo popular con el fin de que tome las decisiones que considere «más adecuadas», pensando solo en el futuro de la Comunidad. Bonig incluso aseguró que, a cambio de ese apoyo, no le pide ningún cargo en la Generalitat. Puig, ni por esas. Todo lo contrario. El líder socialita insistió en que el Pacto del Botánico se mantendrá con independencia de cómo se configure el Gobierno de España.