El Bloc celebró ayer su Consell Nacional para evaluar los resultados de las últimas elecciones generales. El escenario elegido fue el Complejo de la Petxina de la ciudad de Valencia, el mismo lugar donde a finales de octubre la Ejecutiva debatió la negativa de los militantes al pacto Compromís-Podemos que al final fructificó pese a las dimisiones presentadas por algunas primeras espadas de la formación nacionalista. Tres meses después, y con los resultados electorales como escudo, Enric Morera volvió a defender su gestión al frente del Bloc. Y esquivó las balas lanzadas por parte de las corrientes más críticas. Así, en el encuentro fueron tumbadas dos propuestas presentadas por Rafael Carbonell, actual jefe de gabinete del conseller Rafa Climent, que se presentaban como dardos lanzados contra la figura del secretario general. Al menos la primera, que se centraba en la aprobación de un régimen de incompatibilidades para que los miembros del Bloc no pudieran compaginar cargos en el partido y en las instituciones públicas, como hace Morera en la actualidad. Eso sí, éste será un tema que se debatirá en el próximo Congreso de la formación nacionalista. Y la segunda apostaba por la posibilidad de desarrollar un sistema de votación telemática en el próximo congreso, tal y como se hizo en las últimas primarias. Ninguna salió adelante.

El Consell Nacional sí aprobó, por otra parte, cuatro líneas de acción estratégica y de ejecución inmediata presentadas por la ejecutiva. Con 87 votos a favor, doce abstenciones y ocho votos en contra, el Bloc apuesta por la configuración de un grupo parlamentario propio en el Congreso y por la visualización de sus representantes en el Senado, defiende la reedición del Pacto del Botánico, pide que se fije la revisión del modelo de financiación autonómico como una de las prioridades de la agenda política estatal y solicita que se respete la plurinacionalidad del Estado.

Tras la cita en la Petxina, Enric Morera tiró balones fuera sobre el futuro. «Aún no sé si me presentaré a la reelección como secretario general, todas las opciones están abiertas. Lo que quiero es saber lo que piensa la gente de mi partido. Yo me veo con fuerza y ganas para estar en la nueva ejecutiva, eso sí que lo puedo confirmar. Además, he de decir que me siento respaldado: más del 80% de los participantes en el Consell Nacional han apoyado con su voto las cuatro líneas de acción estratégica que hemos presentado. Eso se ha de tener en cuenta», apuntó el líder del Bloc.

Aunque no hay un pronunciamiento oficial, los indicios apuntan a que Enric Morera podría dar un paso atrás y no optar a su reelección. Así lo reconocen desde su entorno, donde apuntan que lo más probable es que forme parte de la Ejecutiva, pero no como secretario general: «Él no lo reconocerá de forma pública. Es un hombre del partido y este ha crecido mucho. En caso de haber relevo seguro que quiere estar presente y ayudar. No podemos olvidar que es el presidente de las Corts y éste es un cargo de mucha responsabilidad». Entre las quinielas destaca la posibilidad de que Morera se convierta en el próximo presidente del Bloc, cargo que ocupa actualmente Josep María Pañella. Aún queda tiempo para desvelar esta incógnita.