La consellera de Sanidad, Carmen Montón, valoró ayer por primera vez el polémico nombramiento de su marido en la empresa de aguas de la Diputación de Valencia, al que final terminó renunciando. «Fue en una designación para trabajar en una administración distinta, con un acuerdo por unanimidad, en un puesto de gestión, para el que nadie ha podido cuestionar su profesionalidad. No obstante, ha renunciado a tomar posesión porque no vamos a contribuir, ni a dar la menor excusa, para desestabilizar un gobierno que nos ha costado 20 años recuperar», señaló.
La titular de la cartera de Sanidad también respondió a las críticas de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, quien esta semana aseguró que no era estético y no debía haberse producido. «Cada uno decide cuál es su dirección y la mía está en sacar adelante la gestión. Personalmente estoy en hacer la mejor gestión posible y sacar a delante medidas como la eliminación del copago que acaba de entrar en vigor. Además para dar lecciones de ética o de estética hay que ir más allá del postureo, y lo que no voy a permitir es que se me utilice en una estrategia de erosión partidista», zanjó.
