Ribera Salud, que controla las concesiones de Alzira, Elche-Crevillent y Torrevieja, emitió ayer un comunicado en el que achaca a la Generalitat del retraso en las liquidaciones anuales, al tiempo que recuerda que las concesionarias son las principales interesadas en el ajuste. La sociedad aprovecha para recordar que las concesiones se han sometido voluntariamente a auditorías y que la última encargada por la Conselleria de Sanidad al hospital de Alzira ha sido satisfactoria.