Es la primera vez en 20 años que se cuestiona el liderazgo de un secretario general del PSOE con el PSPV en el gobierno de la Generalitat. Y se ha demostrado que también en estas circunstancias, cuando Ferraz está resfriado, en Blanquerías estornudan. El órdago lanzado contra Pedro Sánchez por un grupo de dirigentes autonómicos comandados por Susana Díaz y en el que milita Ximo Puig, ha abierto una brecha en el PSPV. A cuenta de la posición del presidente de la Generalitat y del líder provincial de Valencia y diputado José Luis Ábalos sobre qué debe hacer Sánchez y ante la negociación para intentar conformar un gobierno de izquierdas.

Ximo Puig, que no tenía intención de acudir a Madrid, decidió a última hora desplazarse para no pronunciarse en la reunión del máximo órgano entre congresos, pero dejar claro que está alineado con quienes consideran que los números «no dan», que si hay nuevas elecciones ha de haber nueva elección de candidato y, de paso, ratificar que el congreso del PSOE ha de celebrarse en febrero y no aplazarse. El también secretario provincial tomó la palabra en el comité federal para contar la experiencia valenciana, recordar que con un 20,9% el PSPV inició negociaciones para formar gobierno y que el comité nacional del PSPV expresó todo el apoyo y dejó manos libres a Puig para negociar. «Tenemos como socio un partido nacionalista, donde hablan de Països Catalans y otro socio es Podemos», explicó Ábalos respecto a su intervención en la reunión en la que hubo 49 turnos de palabra. Ábalos reclamó de este modo a Puig que preste a Sánchez el respaldo que él tuvo del PSPV.

El presidente de la Generalitat escuchó el discurso del líder del PSOE y luego se ausentó. Ábalos lamentó el «espectáculo que algunos están dando y que la militancia no entiende» y reclamó «lealtad» hacia el secretario general del PSOE elegido en primarias. En la última reunión de la ejecutiva del PSPV el diputado ya pidió «lealtad y prudencia» en la toma de posición respecto a Sánchez y los pactos. El también exlíder del PSPV de la ciudad de Valencia se ratificó ayer en sus palabras y aprovechó también para reclamar al partido que tome cartas en la ciudad de Valencia para acelerar el relevo de Joan Calabuig, candidato en las pasadas municipales y que ya anunció que no aspira a repetir, como secretario general de la capital valenciana.

La intervención de Ábalos ha sido considerada como una «deslealtad» por parte del jefe del Consell y del secretario de organización del partido, Alfred Boix. Ambos consideran que la intervención de Ábalos en el comité federal trasladó la sensación de división en el PSPV. La que hay, respecto a la defensa o no de la continuidad de Sánchez. «Habló como si estuviera en Valencia, sin medir el alcance de sus palabras y aireando trapos sucios de la federación», señalaron desde el entorno de Puig. El desencuentro de Ábalos con la dirección del PSPV no se ciñe a Sánchez. En la citada reunión de la ejecutiva, lamentó el ninguneo al que fue sometido en campaña, donde, dijo, se le trató peor que si se presentara como independiente.