Balance tras el 20-D. La presidenta regional del PP, Isabel Bonig, admitió ayer sentirse «reforzada» a nivel interno en el partido tras los resultados electorales del pasado domingo en la Comunidad y que, a su juicio, sitúan a la coalición Compromís-Podemos como «único adversario» político. Así lo aseguró la líder de los populares tras la reunión de la Junta Directiva Regional del PP, celebrada ayer por la mañana y en la que se analizaron los datos de las generales, en las que los populares valencianos mejoraron el resultado de las autonómicas de mayo, con 180.000 votos más.

Frente al «halago» a Compromís-Podemos, Bonig resaltó que Ciudadanos no cumplió «las expectativas», lo que abre una nueva vía al PP para poder «sumar mucho». Menos amable aún fue con los socialistas. «Han sufrido una caída brutal a pesar de llevar solo seis meses en la Generalitat. Esto hace que la única referencia en la izquierda sean Oltra y Compromís-Podemos, con un discurso muy radical», añadió la dirigente popular tres días después de la cita con las urnas del domingo. Bonig, pese a las duras críticas al PSPV, lamentó la situación de los socialistas ya que, a su juicio, favorece que se «radicalice la izquierda». Esto, sin embargo, ayudar al PP: «Nos permite tener un campo muy importante para mejorar resultados, pues enfrente no tiene a una izquierda moderada, sino a una izquierda radical, separatista, que el 20-D empezó a quitarse la careta y lo hará más».

Por la tarde, el presidente provincial, José Císcar, convocó a su Junta Directiva para valorar los resultados del pasado domingo. A la cita acudieron cargos como Eva Ortiz, César Sánchez, Asunción Sánchez Zaplana, Adela Pedrosa o Joaquín Albadalejo, entre otros.